Tras la balacera ocurrida en la disco Al Diablo el domingo a la madrugada que terminó con cinco jóvenes heridos desde un auto, el municipio anunció ayer que, a través de un decreto reglamentario, obligará a los propietarios de boliches bailables de la ciudad a colocar cámaras en las esquinas de los locales para monitorear en tiempo real la zona y poder actuar de manera rápida ante hechos de violencia. “La idea es prevenir y tener elementos para ir contra quienes infringen las normas y además como material para ser entregado a la Justicia y que ésta pueda investigar”, remarcó el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado. Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar) se mostraron de acuerdo con la medida pero remarcaron que son necesarias “medidas de fondo” frente a una situación a la que calificaron como “muy difícil”.
“Hay lugares que generan muchísima conflictividad en el entorno, en general a la salida, donde se producen roturas de vehículos, quema de contenedores y la verdad es que se hace muy difícil la posibilidad de convivir con algunos entornos barriales. Creo que sus propietarios no pueden hacerse los distraídos”, destacó el funcionario.
“Quien hace este tipo de convocatoria debe comprometerse con el entorno. Estamos hablando de todos aquellos lugares que tengan que ver con actividades nocturnas, bailables, de presencia masiva de personas. Lo que vamos a hacer es sacar un decreto reglamentario y obligar a los propietarios de estos lugares a incorporar en el entorno, en las esquinas más importantes de donde están ubicados estos lugares, cámaras de videovigilancia conectadas con nuestro centro de control de monitoreo”, añadió.
El secretario de Gobierno recordó que esta iniciativa se da tras completar la segunda etapa del plan de colocación de videocámaras en la ciudad. “Tenemos cien cámaras en Rosario y realmente son una herramienta fundamental para el municipio, para las áreas de control, para poder prevenir distintos hechos y para que una vez que ocurran situaciones como estas poder tener elementos para ir contra quienes realizaron estos hechos violentos, dárselo a la Justicia, para que sirva en la investigación”, continuó.
“La cantidad de cámaras va a depender de cada boliche, del lugar donde esté radicado, de cuáles son las arterias principales por las cuales se trasladan quienes van a los lugares. Los domos que hoy tenemos tienen una tecnología de punta, trabajan muy bien en lugares oscuros, tienen una definición muy clara de rostros, de vehículos y de dominios de los mismos. Nos permiten trabajar en un entorno de entre 200 y 300 metros de visibilidad, por lo que son herramientas fundamentales. Está la decisión política de hacerlo, pero si hay alguna observación no tenemos ningún inconveniente porque sabemos que el Concejo está avocado a esta problemática. Si es necesario enviaremos la ordenanza para que sea tratada”, añadió.
Por su parte, el presidente de la Aehgar, Carlos Mellano, destacó que el anuncio de las videocámaras les parece que es bueno como algo preventivo, “lo que sí no soluciona el problema de fondo”. “Deberían tomarse también otras medidas porque estamos en un momento muy difícil. Es un avance, como lo fue la colocación de detectores de metales en su momento. Todo esto es algo que nosotros siempre venimos apoyando y lo seguiremos haciendo”, afirmó.
“A prima facie tenemos que ver el tema de los costos pero siempre tratamos de acomodarnos para apoyar ciertas medidas”, concluyó.
Entre autoría de proyectos y zonificaciones
Tras el anuncio del municipio sobre la obligatoriedad de colocar videocámaras en las esquinas de los boliches bailables, la concejala radical María Eugenia Schmuck recordó que ella ya había presentado un proyecto similar para “mejorar los esquemas preventivos y facilitar una rápida intervención del personal de seguridad pública”. “Este año crecieron notablemente la cantidad de denuncias efectuadas por vecinos, muchas de las cuales llegan también al Concejo. En la mayoría de los casos, se trata de reclamos por ruidos molestos, tergiversación de rubro, venta de alcohol en horario prohibido y presencia de menores en espacios para mayores”, añadió.
Por su parte, el edil del PRO, Roy López Molina, volvió a proponer una “zonificación” para la instalación de locales nocturnos. “Uno tiene la sensación de que por momentos la noche rosarina es tierra de nadie. Los casos de violencia que se fueron sucediendo en el último tiempo hablan claramente de un municipio que no puede o no quiere actuar preventivamente a la hora de poner orden en la noche de Rosario. Nosotros vamos a insistir en un proyecto concreto para avanzar en lo que es la zonificación del área de boliches. Esto implica que todos aquellos futuros boliches que pretendan instalarse en la ciudad, y que superen un nivel de superficie de 200 o 250 metros, tengan que instalarse en estas zonas preparadas de la ciudad, no necesariamente son alejadas del centro”, remarcó.