El plenario de delegados de la Unión Tranviarios Automotor de Rosario ratificó este viernes el “corte de crédito laboral” que los choferes del transporte urbano e interurbano vienen llevando adelante por tiempo indeterminado. Tal como se marcó desde su inicio, el cese de tareas que en esta jornada cumplió nueve días consecutivos se mantendrá “hasta que paguen”: en el último día hábil de la semana, y ya corriendo septiembre no se habían completado todavía los salarios de julio ni la Nación había girado la ampliación de subsidios aprobada por el Congreso nacional.
El titular del gremio, Sergio Copello, pasó revista a la deuda salarial con los trabajadores del transporte de pasajeros: 50% del salario del julio, 50% del primer medio aguinaldo de 2020, 7 meses del “incremento salarial mínimo y uniforme” –3 mil pesos en enero y 4 mil pesos a partir de febrero pasado– dispuesto por el decreto 14/2020 para los trabajadores y las trabajadoras del sector privado, y el 100% de los salarios de agosto, que condiciones normales estarían depositados o a depositarse en cuestión de horas.
Con nada de eso en los bolsillos, el gremio ratificó la medida de fuerza y renovó el reclamo por las 2.700 familias de Rosario y la región que viven de esos ingresos laborales.
Además, la UTA exigió la llegada de los aportes nacionales, que según midió ya suman un rojo de 678 millones de pesos que se acumularon desde julio pasado.