La sede de Paraná de la Liga Argentina presentaba en la previa una gran chance para que Sportivo América pudiera plasmar en resultados el crecimiento de juego mostrado en los últimos partidos, pero los contratiempos inesperados con los casos positivos de coronavirus y las lesiones se confabularon para que el equipo no esté al máximo de sus posibilidades. De todas formas, una vez más aparecieron los desacoples en defensa, los errores no forzados y algunas elecciones apresuradas en ofensiva que hacen imposible una regularidad en el rendimiento. El resultado fue el de dos derrotas (una ante el puntero y otra ante el último) y la caída a un récord de 5 ganados y 7 perdidos que lo muestra en el décimo puesto de la competencia.
Desde su llegada Omar Cantón fue ganando minutos y protagonismo se convirtió en referente de la ofensiva a tal punto que es el octavo mejor anotador de la competencia con 17,4 puntos para un equipo que promedia 73. El interno habló sobre el momento que atraviesan y se mostró optimista para el futuro en la Conferencia Norte
—¿Costó mucho el regreso a la competencia tras los casos de Covid?
—Un poco lo sentimos. Fueron muchos días sin competencia y poco más de una semana sin poder entrenar todos juntos, siendo apenas 6. Obviamente no se nos hizo fácil y quizás estuvimos algo faltos de básquet y del estado ideal. Es una situación complicada que repercutió, pero gracias a Dios todos se recuperaron rápido y están bien, que es lo más importante.
—¿Las lesiones son otro factor que les pasa factura?
—Con estas fichas mayores que hay en la Liga Argentina tener dos jugadores lesionados es muchísimo. Víctor (Cajal, lesión en el aductor) es muy importante para nosotros, es el base titular y el que hace que todo funcione mejor. No contar con él es difícil y aunque Juli (Eydallín) hizo las cosas bien es un jugador joven que recién se acaba de sumar al equipo y no es una posición sencilla. Ale (Madera) también es importante porque nos da juego en varias posiciones y lo perdimos muy rápiduo en el partido (a los 4 minutos). Pero creo que no fue nada grave y espero que se sume rápido.
—¿En lo basquetbolístico qué está faltando?
—Nos falta un poco ser más inteligentes. Entender la diferencia entre jugar rápido y jugar apurados, tomar mejores decisiones. No hay que ser duro con el equipo porque la situación previa a esta sede no fue normal. Hicimos un gran partido contra el puntero y eso te dice que las cosas no se están haciendo mal.
—El equipo te está dando mucho juego y estás respondiendo. ¿Ya te sentís bien acoplado?
—Me siento acoplando. Veo que encontramos la forma de jugar juntos. Todavía tenemos que trabajar para sacar más provecho de algunos momentos individuales. Físicamente estoy bien, trato de hacer mucho desgaste, peleando siempre y mostrarme en cada ataque. Con el tiempo va a ser mejor el rendimiento.
—¿Creés que los próximos dos o tres compromisos los tienen que ganar sí o sí para que no se escapen las chances de playoffs?
—Todavía faltan tres burbujas. Creo que hay que ocuparse y no preocuparse. Jugar inteligente y tomar un partido a la vez. Estamos entrenando bien y lo importante es recuperarse y llegar de la mejor manera al partido frente a Colón y a la próxima sede.
