El actor y productor rosarino Omar Capacci se preparar para una nueva temporada, la 35º en Mar del Plata, esta vez con su espectáculo Risarinos, el cual estrenará en unas semanas en el teatro Roxy. Todas las funciones se anunciarán en su cuenta de Instagram (@omarcapacci). Si bien aseguró que la que comienza será “una temporada gasolera, con gente muy acotada con sus gastos”, dijo entre risas que “este año se va a poner de moda las 3 P: playa, pizza y peatonal”.
“Seguramente habrá mucha gente, Mar del Plata es siempre una de las preferidas, pero sabemos que no habrá tanto como otros años en las salas teatrales”, dijo. Consultado sobre la exigencia del público ante una obra en el verano, comentó: “El público va definitivamente muy relajado y predispuesto a ver el espectáculo, se ríen a full, salvo que haya sido un día de playa intenso, ahí corres el riesgo que se queden dormidos (risas). Espero que esos se sienten más al fondo”.

Capacci trabajará, como siempre, con su esposa Sandra Harford, actriz y profesora de teatro a quien también confesa a diario su admiración, alguien de quien “aprendo cada día”.
Ya en “la feliz”, la dupla se sumará al elenco integrado por Luis Merlino, Marcela Consorti y bailarinas. “Sumados a las promotoras y equipo técnico, somos el grupo Kiene Soneto”, resaltó.
Por otro lado, y no menos importante, Capacci espera que, otra vez, Mirtha Legrand lo visite en alguna de sus funciones. “Mirtha seguramente va a venir a vernos, lo hace siempre y a nosotros nos ayuda un montón. Es muy generosa, la amamos. Es un acontecimiento cuando va, porque nos avisan, se corta la calle. Su llegada es todo un operativo hermoso”, recordó.

Y con tantos años de trayectoria, a sabiendas que en Rosario hay mucho talento teatral independiente, no quiso pasar por alto unas palabras para quienes quieran animarse a esta aventura de la temporada teatral en la meca del verano. “Para poder hacer temporada y para poder mantenerte tanto tiempo tenes que amar con locura esta profesión, laburar como loco, respetar al público y a tus compañeros, no escuchar ni lo bueno ni lo malo, bajar la cabeza y meterle con fe de estar cumpliendo tu sueño. Y en mi caso la suerte de tener una compañera como Sandra, sino no podría haberlo hecho”, concluyó.