Omar De Felippe, es además de ex futbolista y técnico, veterano en la Guerra de Malvinas, la que el último jueves cumplió un nuevo aniversario. Esta vez distinto, no hubo actos ni actividades oficiales. Pero el reconocimiento se volcó en las redes sociales y en cada una de las casas del suelo argentino. De Felippe, ex DT de la Lepra habló este viernes sobre la pandemia declarada por el coronavirus y la definió como “una guerra”, aunque diferente a la que le tocó combatir y sobrevivir en 1982.
“Este virus es una guerra, pero distinto. Nosotros en Malvinas sabíamos dónde estaba el enemigo, acá no sabés”, sostuvo De Felippe, quien actualmente está sin club, en declaraciones a Radio Mitre. La idea de nombrar el Covid-19 como “enemigo invisible”, se repite en cada discurso del presidente Alberto Fernández.
En eso coincide De Felippe: “Hay que difundirlo de esa manera para que tomemos conciencia, lo importante que es el otro. En Malvinas nosotros nos jugábamos la vida por el tipo de al lado, acá en ese sentido es igual”.
De Felippe, de 57 años, explicó que el Covid-19 seguramente va a modificar a la sociedad. “Hay que entender por qué estamos guardados. A partir de esto, todo lo que viene por delante, vamos a tener que cambiar un montón de cosas. En otras culturas utilizan el barbijo por cosas que les pasaron desde hace muchos años, y probablemente de acá en adelante tengamos que mentalizarnos de la misma manera”.
El ex entrenador de Emelec de Ecuador (en 2015-2016) se sorprendió de la situación en ese país, el de mayor cantidad de muertos por la pandemia.
“Si nos están diciendo que nos quedemos en casa, tenemos que obedecer y tomar conciencia. Lo que está viviendo la gente en Ecuador es terrible, me quedé asombrado. Los lugares que no tomaron las medidas rápidas están pasando un momento muy difícil. No tenemos que llegar a que se colapsen los hospitales”, afirmó.
Sobre su condición de veterano de guerra, el ex DT de Newell’s (su último equipo en 2018) admitió: “Me cuesta cuando me dicen héroe, no me la creo. Sé lo que vivimos, sé lo que sufrimos, el dolor de todas esas familias que no han podido volver a ver a sus hijos. Yo tuve la suerte de volver sano y pude reinsertarme en la sociedad y cumplir sueños como el de ser jugador de fútbol. Hay muchos compañeros que se han suicidado o que no volvieron y es muy triste. Cuando me toca hablar de este tema los trato de homenajear desde este lugar”.
El defensor surgido en Huracán contó que en Malvinas tuvo “el orgullo y el honor de combatir los últimos tres días. Nos pasábamos a partir del 1 de mayo sentados en un pozo y escuchando caer las bombas. Psicológicamente es algo que no podés explicar, lo vivís todas las noches. Hambre, frío y temor, es una conjunción de las tres, las pasamos todas”.
“Sentís las bombas como si te cayeran en los pies, vos estás sentado rezando para que una bomba no te caiga. Ahí no dormías, te sentabas, prendías un cigarrillo y esperabas que no cayera una bomba que terminara con todo”, recordó De Felippe.