Tiene 20 años y lo condenaron como partícipe primario del crimen de Alan Gómez, el batuquero de la comparsa Ebacoi que fundó su abuela en barrio Esperanza. La víctima tenía 19 años, un pequeño hijo y sus padres nunca dejaron de reclamar justicia por Alan, a quien le dispararon a la salida de un after en zona oeste. El chico recibió un disparo en abril de 2018 que lo dejó agonizante por tres semanas hasta que finalmente murió mientras que su primo fue herido en una pierna cuando se resistieron a un robo. Por el hecho, un menor fue sindicado como el tirador y está detenido mientras que el muchacho fue condenado, luego de admitir su responsabilidad en el hecho a la pena de 11 años por conducir la motocicleta que trasladó al tirador.
La madrugada del 1° de abril, Álan había salido con amigos. Fueron a un after llamado La Previa en zona sudoeste. En un momento, Alan se fue y caminó hasta la casa de un allegado para buscar su moto. La investigación penal determinó que cerca de las 8 estaba la víctima junto a dos de sus primos en inmediaciones de Barra y pasaje 1827 cuando aparecieron dos jóvenes en una moto. El conductor fue identificado como Jeremías Tomás «Manchado» Ríos, quien llevaba a un menor con un arma calibre 9 milímetros. El adolescente se bajó y les dijo: “Quédense quietos, están robados” y le reclamó a Alan y a sus dos primos las billeteras y los celulares. Según la imputación, las víctimas resistieron y el agresor disparó. Uno de esos balazos le pegó en la pierna a uno de los primos.
El agresor se subió a la moto y cuando se iban por calle Barra disparó otras 5 o 6 veces para luego perderse de vista. Uno de los proyectiles fue el que hirió en la cintura a Alan. El joven que no resultó lesionado, subió a su hermano y a su primo en el auto familiar y los llevó hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde Alan falleció tres semanas después, el 22 de abril del año pasado. A través de un dato que llegó a la Fiscalía pudieron determinar que el menor involucrado en el crimen, identificado como Lucas L., había sufrido un accidente de tránsito y estaba internado en el hospital Carrasco.
El sospechoso fue detenido y quedó a disposición del Juzgado de Menores de la 3ª Nominación sindicado como la persona que disparó contra Alan Gómez. El adolescente fue declarado autor material y penalmente responsable por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Seis meses más tarde, en noviembre, cayó Manchado Ríos, quien fue imputado por el fiscal Ademar Bianchini por los delitos de Homicidio en ocasión de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la intervención de un menor de edad en concurso real con lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego en carácter de participe primario y la jueza Patricia Bilotta dictó la prisión preventiva sin plazo.
A casi dos años del crimen, Manchado consintió un acuerdo abreviado al que arribó su defensor particular Marcelo Piercecchi con el fiscal Bianchini. En la audiencia de homologación que tuvo lugar la semana pasada, el funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) explicó que se produjo un cambio de calificación teniendo en cuenta la sentencia dictada en la justicia de menores y si bien los testimonios de los testigos del hecho hablan de un intención inicial de robo ello no logró acreditarse en forma unívoca, dijo.
A su vez Bianchini explicó que descartó el agravante de la intervención de un menor por la escasa diferencia de edad entre ambos involucrados en el hecho, más la falta de evidencia de alguna influencia o aprovechamiento del mayor sobre el menor y el vínculo de amistad que los une.
El fiscal explicó que la calificación que corresponde al caso es el homicidio de Alan Gómez y la tentativa de homicidio de su primo agravado por el uso de arma de fuego. Delitos por los que acordaron con la defensa de Manchado 11 años de cárcel, los que el acusado consintió tras admitir su participación en el hecho. El acuerdo fue homologado por el juez Rafael Coria que dictó sentencia condenatoria contra Manchado.
Alan
En la entrevista que los padres de Alan dieron a El Ciudadano contaron que su hijo tocaba los tambores en la comparsa Ebacoi, en la que arrancó a los 8 años y le gustaba jugar al fútbol. Hasta los 15 años fue delantero de Rosario Central aunque le gustaba vestir la casaca de River Plate. Hacía tres meses que había entrado a trabajar en la firma Cristalería y se las arreglaba para terminar la secundaria en una EEMPA (Escuela de Enseñanza Media para Adultos), ser un padre presente y estar con su novia.
A un año del crimen del batuquero el reclamo de justicia sigue intacto