Unos once reclusos condenados por violación expresaron su voluntad de someterse a una castración química para evitar reincidir y así tener la posibilidad de acceder a beneficios como la libertad condicional.
Según datos de la Subsecretaría de Justicia mendocina, de los once condenados que manifestaron sus deseos de ser castrados, un 80 por ciento son reincidentes y tienen condenas de más de 10 años.
Además, la mayoría de estos voluntarios tienen entre 30 y 40 años y todavía les resta cumplir una condena de más de siete años, según reveló hoy un matutino porteño.
De todas maneras, resta la aprobación integral del proyecto que incluye el tratamiento integral y se espera que en los próximos días sea firmado por las autoridades provinciales.