Tras la balacera frente a los Tribunales provinciales y al Centro de Justicia Penal en la madrugada del lunes, efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) llevaron a cabo unos ocho allanamientos en las primeras horas de este martes 11 de diciembre. Siete en Rosario y uno en Roldán.
Los procedimientos fueron ordenados por el equipo de Investigación de Gravedad Institucional a cargo de los Fiscales Moreno, Edery y Vescovo.
Se secuestraron una pistola 9 mm, teléfonos celulares, computadoras, notebooks, dinero en efectivo, cheques y otros elementos de interés para la causa.
Desde el Ministerio de Seguridad señalaron que el objetivo fue recabar información y elementos para avanzar en la identificación de las personas que tuvieron vinculación con los ataques contra la Justicia.
Ataques
Los Tribunales provinciales y el Centro de Justicia Penal fueron blanco de ataques a balazos este lunes a la madrugada. En ambos casos, los ataques partieron de dos personas que circulaban en moto. La saga que sumó más de 12 atentados entre mayo y julio parecía haber terminado. En ese marco hicieron operativos, desentramaron cómo se ordenaban desde la cárcel, acusaron a Guille Cantero de ser quien ordenaba los mismos desde la cárcel. Estos ataques coincidieron con la orden de la Justicia Federal de trasladar a dos de los condenados, Ariel Máximo Guille Cantero y Jorge Chamorro, a cárceles federales a pedido del Servicio Penitenciario de Santa Fe. Luego, fueron trasladados a penales de provincia de Buenos Aires y las balaceras cesaron.
Este lunes a la madrugada volvieron los ataques. Poco después de las 3.30 de la madrugada la las balas se escucharon los plomos sobre el edificio ubicado en Balcarce y Montevideo, cerca de las 2.30. El segundo ocurrió en Rueda y Sarmiento, diez minutos después del anterior. La primera hipótesis es que las mismas personas atacaron ambos edificios de la Justicia. En Tribunales había disparos en las puertas que dan a calle Balcarce. En el Centro de Justicia Penal, los balazos rompieron vidrios en la puerta de acceso.
Alvarado en los carteles
El cartel, escrito a mano con fibra sobre un cartón, que dejaron en la puerta de Tribunales provinciales decía: “Con la mafia no se jode: Esteban Alvarado”. La frase es la misma que dejaron los agresores en el ataque a balazos contra una casa donde había vivido la jueza Marisol Uzandizaga, perpetrado hace cinco meses y en el cuerpo de Lucio Maldonado. Claro que en esos casos no figuraba ningún nombre.
El nombre propio encontrado ayer alude al rosarino de 41 años señalado como jefe de una organización ilícita dedicada al robo de vehículos de alta gama en el norte del conurbano bonaerense. La banda movía los autos a Rosario, donde venía las autopartes tras desarmarlos. En las últimas horas, además, quedó relacionado con el asesinato del prestamista Lucio Maldonado, cuyo cuerpo apareció el 13 de noviembre a 200 metros de Oroño y Circunvalación. En un bolsillo de la ropa que vestía la víctima, había una nota con la misma leyenda, también escrita con un fibrón: “Con la mafia no se jode”.
“El punto de contacto entre Alvarado y Maldonado son los automóviles. Uno de los elementos que estamos analizando como posible disparador del homicidio es un negocio que no resultó como Alvarado quería o alguna cuestión similar en cuanto a manejo de dinero”. Es lo que dijo el fiscal Matías Edery, que investiga el crimen del prestamista