Juan Carlos Planas (*)
Es asombroso como han logrado imponer en la mente de millones frases como “Con la nuestra», cuando se refieren, por ejemplo, al tema subsidios.
En el mundo entero se subsidia la luz, el gas, los combustibles o el transporte, pero acá han instalado que es el único lugar donde lo hacemos, y “con la nuestra», como si en los otros países del planeta lo hicieran con la plata de los marcianos y no con la que recaudan los distintos Estados a través del cobro de los impuestos.
Países como Estados Unidos invierten en subsidios en relación a su PBI aún más de lo que se gasta en nuestro país, y potencias económicas como China hasta cinco veces más que nosotros.
Lo que sí bancamos “con la nuestra», por ejemplo, en tiempos del gobierno de Cambiemos, fue su descomunal timba financiera, donde alguien depositaba un millón de dólares y al año, sin mover un dedo ni generar trabajo, terminaba teniendo dos millones, para luego fugarlos al exterior.
Para tener idea de lo que le costaba al país esa joda de unos pocos, el Banco Central llegó a pagar en concepto de intereses primero con las Lebacs y luego con las Leliqs un monto mensual equivalente a la suma de 6.000.000 de jubilaciones mínimas.
De ese tipo de orgías financieras si que no hay en ningún lugar del mundo, sólo se dio acá y todavía estamos pagando las consecuencias, mientras el gobierno actual nos desvía la atención hablando de «castas» al mismo tiempo que sigue promoviendo esas perversas jodas financieras de unos pocos en detrimento de las grandes mayorías laburantes.
(*) Ciudad de Ramallo. La Batalla Cultural