Con cambios de último momento que limaron la letra original, la oposición unida consiguió dar media sanción en Diputados por 133 votos a 99 al proyecto que declara la emergencia tarifaria, limitando futuros aumentos en las boletas de luz, gas y agua. El gobierno tildó de “demagoga” la actitud de la oposición y en en las usinas oficialistas ya se habla de veto si se convierte en ley.
Los distintos bloques en que se divide el peronismo y otros bloques menores de la oposición pudieron cerrar filas detrás de la iniciativa que propone retrotraer los valores de las tarifas a noviembre del 2017.
Además, impide que las eventuales alzas sean superiores a la evolución del coeficiente de variación salarial (CVS) en el caso de los usuarios residenciales, y al Índice de Precios Internos Mayoristas (Ipim) publicado por el Indec para pymes y cooperativas de trabajo. El proyecto fue suavizado en su redacción por iniciativa del peronismo no kirchnerista de Argentina Federal y el Frente Renovador.
Mientras se sucedían uno tras otro los discursos en el recinto, los diputados Marco Lavagna (Frente Renovador) y Diego Bossio (Justicialista), en aras de mitigar el impacto fiscal de la medida, negociaron cambios al proyecto original, como excluir al transporte y los peajes de la regulación. En ese sentido, sólo quedó en pie el límite a los aumentos en las facturas de luz, agua y gas (incluida la garrafa).
También se quitaron las restricciones a las subas sobre las facturas de consumos más altos, en tanto que ya se había dado marcha atrás con la reducción del IVA en las tarifas de servicios públicos.
Chispazos
En este marco, el diputado del bloque Justicialista Sergio Ziliotto destacó que no se limitaron al dictamen que habían obtenido sino que siguieron “trabajando” para mejorar la redacción hasta último momento. “No somos ni desestabilizadores, ni golpistas, ni demagogos. Somos los mismos que fuimos partícipes de la mayoría de los consensos en esta Cámara”, resaltó.
Otro gesto de este sector “dialoguista” hacia el gobierno fue votarle los proyectos de Mercado de Capitales y de Defensa de la Competencia que se trataron en la sesión especial que se reunió en la previa a la de tarifas.
En cambio, Axel Kicillof (Frente para la Victoria) cuestionó que sectores de la oposición le hayan votado al oficialismo reformas en línea co las políticas que “contribuyeron a la actual situación de inestabilidad económica”, y sobre la cuestión tarifaria dijo: “La energía se puede tomar como una mercancía en manos de privados para hacer guita, o se puede tomar como un instrumento de desarrollo y soberanía”.
El radical misionero Luis Pastori tildó de “disparate total pretender congelar o retrotraer las tarifas” y aseguró que “apunta a la intención de perjudicar al gobierno nacional”, cuando en realidad “perjudican a más de 43 millones de argentinos”.
A su turno, el radical kirchnerista Leopoldo Moreau le pidió al gobierno que admita que “fracasó, que llegaron con la mentira y el odio, y se les está acabando la mentira y sólo les queda el odio”.
Por su parte, el cordobés Martín Llaryora (Argentina Federal) consideró que “tal vez sea el momento de convocar a un acuerdo nacional para poder aplicar medidas con más consenso”.