La magistrada que investiga el femicidio Pilar Lucía Riesco, la estudiante universitaria que murió hace un año al caer del cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Nueva Pompeya, pidió la detención del ex novio de la víctima como principal sospechoso ante la posibilidad de que se fugue, informaron este viernes fuentes judiciales. La medida de la jueza trajo cierto alivio a Adriana, la madre de Pilar, que venía insistiendo con la detención del supuesto femicida. Cuando se enteró de la muerte de su hija reconoció este viernes que “entró en una depresión que le impedía levantarse de la cama» y que permaneció «varios meses muerta».
Patricio Leonel Reynoso, de 31 años, está acusado de «homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género», que prevé la pena de prisión perpetua.
La jueza Nacional en lo Criminal y Correccional 51, Graciela Angulo de Quinn, dispuso finalmente la detención del sospechoso dado que «existe peligro de fuga ante una eventual condena de cumplimiento efectivo».
Fuentes judiciales informaron a Télam que la decisión de la magistrada coincidió con lo solicitado por el fiscal de la causa, Martín López Perrando, para que haya una «ampliación de la declaración indagatoria» de Reynoso y con el pedido de la querella y de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (Ufem).
Es que el sospechoso había estado detenido un tiempo por el crimen de Pilar hasta que finalmente fue excarcelado por decisión de la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que consideró que no había méritos suficientes como para mantenerlo con prisión preventiva.
«Desde aquella intervención hasta la fecha se han reunido nuevos elementos probatorios que se han traducido en un avance en la pesquisa y confirman el inicial temperamento adoptado», sostuvo en el escrito al que Télam tuvo acceso presentado por el fiscal ante la jueza.
López Perrando aseguró que «la expectativa de encierro que enfrenta Reynoso ante una posible condena por los hechos que le han sido enrostrados, y que eventualmente se ampliarán, resultan suficiente fundamento para suponer que el mismo podría intentar eludir la acción de la justicia».
De esta manera, la jueza ordenó una ampliación de su declaración indagatoria y libró una orden de detención que llevará adelante personal de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
En ese sentido, Adriana Chiaverano, madre de la joven, dijo a Télam que «hubo un llamado al 911 diciendo que él se encontraba en avenida Córdoba 2515», por lo que le pidieron que fuera para reconocerlo.
«Cuando llego no había llegado ni el patrullero, después de pelear denodadamente con un policía para que entrara a fijarse si estaba, salió diciendo que no. La camioneta de él estaba estacionada en la puerta de ese local, la verdad que no sé dónde está», añadió la mujer.
“Estuve meses muerta”
Adriana, la madre de Pilar, dijo este viernes a la mañana en declaraciones al canal Telefé que «cuando me enteré lo que había pasado, estaba tan mal que no me podía levantar de la cama. Estuve meses muerta», mientras reclamaba que se acelere la orden de detención del sospechoso Patricio Leonel Reynoso, que la Justicia hizo lugar horas más tarde.
«Yo hice todo lo posible para alejarla de él y para sacarla de ese mundo espantoso en él que la metía», en referencia al consumo de drogas al que Pilar se había recuperado, explicó Adriana.
La mujer cuestionó que la jueza a cargo de la investigación Graciela Angulo de Quinn haya ordenado un allanamiento para detener a Reynoso en el departamento donde ocurrió el femicidio, donde -según aseguró- el acusado ya no viviría desde hacía varios meses.
«Espero que la justicia se ponga los pantalones largos y lo vayan a buscar (a Reynoso) donde lo tienen que buscar, porque cuando quieren encontrar a alguien, lo encuentran», dijo.
Finalmente, aseguró que su vida cambió desde la muerte de su hija, de quien dijo que era «muy buena amiga, incondicional, que brillaba con luz propia, era un sol. Mi vida hoy es otra, nada cubre la ausencia de Pilar. La vida sin Pilar es muy difícil».
El femicidio
El episodio investigado ocurrió pasadas las 16.30 del domingo 15 de marzo de 2020, cuando la joven cayó del balcón del departamento «E» del cuarto piso de la calle Alagón 305, en Nueva Pompeya.
Según la pesquisa, Reynoso había regresado de bailar a las 8, se acostó a dormir y cuando se despertó comenzó una discusión prolongada con la joven.
El imputado afirmó que Riesco comenzó a increparlo, a gritarle, a decirle que no lo quería, que incluso en un momento le arrojó un portarretrato con una foto de ellos y que luego fue al balcón y se tiró al vacío.
Sin embargo, para la fiscalía y la querella, Reynoso «le propinó golpes varios» que le causaron «múltiples» lesiones.
«Luego de haberle propinado los golpes, lesiones, y haberla ahorcado, la arrojó al vacío desde el balcón del mencionado inmueble, ocasionándole la muerte cuando el cuerpo de la víctima impactó contra la vereda del frente del lugar del hecho», puntualizó la jueza.
Además, la Ufem, a cargo de Mariela Labozzetta, que comenzó este año a prestar colaboración en la investigación, también requirió la detención del hombre al considerarlo autor del femicidio.
«La hipótesis del suicidio intentada por la defensa resulta un vano intento no solo para descartar la intervención del imputado en el homicidio, sino también para patologizar a la víctima y de este modo invisibilizar el contexto de violencia de género que rodeó el hecho y la relación, que culminó con este final trágico del que Pilar fue víctima mortal», explicó la funcionaria judicial.
El acusado tiene como antecedente penal una «probation», y si bien no existían denuncias previas de la joven contra su novio por violencia de género, Reynoso había sido grabado en abril del año pasado atacando a palazos un colectivo tras un problema de tránsito y esas imágenes se viralizaron por las redes sociales.