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Organizaciones ambientales de Rosario y Victoria explicaron por qué es necesario mantener la cautelar que protege las islas

La medida, dictada en julio de 2020 por el Juzgado Federal de Paraná 2, restringe intervenciones potencialmente dañinas para el ecosistema y favorecedoras de los incendios en el Delta del Paraná. Contundente respuesta a la oposición de la Sociedad Rural de Rosario y su par de San Pedro, que argumentan impedimento a las actividades productivas: "es un límite para un sector que nunca entendió de límites"

En sendos comunicados de prensa, la Sociedad Rural Argentina filial Rosario y la bonaerense de San Pedro repudiaron el amparo ambiental admitido por la Justicia Federal para proteger las islas y humedales del Delta inferior del río Paraná porque, argumentaron, las medidas de restricción a las actividades de alteración de suelos potencialmente facilitadoras de los incendios en ese territorio atentan contra la ganadería. Ante ello, las organizaciones ambientales de Victoria, Rosario y localidades aledañas reunidas en el colectivo Organización Guardianes del Humedal insistieron en la necesidad de esa medida judicial frente a las persistentes condiciones de bajante del río. A la vez, denunciaron que las ocupaciones ilegales y los usos indebidos como las fiestas electrónicas dentro de áreas protegidas, que se repiten, son otras de las razones por las cuales la cautelar es imprescindible para no profundizar el daño que viene sufriendo el ecosistema.

El grupo de organizaciones señaló en un comunicado su «preocupación por una campaña de difusión en diferentes medios, orquestada a los fines de reclamar el levantamiento de la medida cautelar de la Justicia Federal sancionada oportunamente a los fines de proteger los ecosistemas asociados al río Paraná y sus humedales, bajo el argumento de ser en teoría una medida injustificada y que a la vez impide el normal desarrollo de las actividades productivas en estos territorios».

El texto aclara que los colectivos ambientalistas no tienen como guía, ni les interesa, «mantener enfrentamientos con los sectores que promueven esta derogación». No obstante, afirma que juzgan necesario contraponer su «visión de la realidad de un entorno natural en continua degradación motivado por distintos factores, ninguno de ellos nuevo o desconocido».

 

El comunicado difundido por la Sociedad Rural de Rosario el pasado domingo, y con idéntico texto por la de San Pedro, argumenta que «el debido mantenimiento a través de servicios de maquinarias es imprescindible para la realización y preservación de caminos, senderos, alteos, cortafuegos, dragado, en otras obras de infraestructura» en referencia a las intervenciones sobre el humedal. Es, dicen los ganaderos, «tecnología base para el sostenimiento del arraigo, la actividad productiva y cuidado del medio ambiente, indispensables para el desarrollo territorial y provincial». Sin embargo, muchas de esas obras –numerosas fueron denunciadas por ilegales– alteran los cursos internos del Delta, modificando los patrones de escurrimiento de las aguas e interrumpiendo el paso de la fauna ictícola, entre otros perjuicios a un paisaje frágil, más en tiempos de condiciones extremas como las actuales.

«Una nueva bajante del río tan prolongada como inédita pone nuevamente a la luz problemas tales como una amenaza permanente de surgimiento de incendios sin los cortafuegos naturales que son los bañados, riachos y lagunas del delta, un contexto propicio a los movimientos de suelo (entre ellos los nefastos terraplenes), la permanente presencia en territorio de cazadores que han diezmado la fauna nativa, la descarga de material del dragado de la mal llamada hidrovía, que obturan los ingresos de agua al humedal, el avance incesante de ocupaciones inmobiliarias ilegales y hasta la insólita realización de las denominadas fiestas electrónicas en estos territorios», respondieron los colectivos proteccionistas sobre otro punto crítico: la amenaza a la biodiversidad del ecosistema que, por añadidura, ofrece servicios esenciales para la actividad humana como la atenuación de las crisis hídricas y de las temperaturas extremas, el depurado de las aguas del Paraná y muchos otros.

Cautelar Delta by Claudio de Moya

 

La cautelar sobre la que se instaló el debate fue dictada el 1 de julio de 2020 por el Juzgado Federal de Paraná 2. Fue en un momento singular en el que a la bajante histórica se agregaron los incendios descontrolados en el humedal, en plena pandemia de Covid.

La Organización Guardianes del Humedal destaca que la cautelar tiene efectos disuasorios imprescindibles en la actual crisis hídrica que se prolonga porque «es bien conocido que las normas provinciales y/o municipales vigentes y que promueven la preservación de estos territorios, los recursos asignados y las decisiones políticas para su cumplimiento, son claramente insuficientes«.

El texto recuerda que la producción en los humedales «debe adaptarse al ambiente y geografía» porque, en caso contrario, «no es sostenible ni sustentable». E insiste, contra el reclamo de los ganaderos organizados, en que la cautelar debe seguir ante la vigencia de los «presupuestos fácticos que dieron lugar a su dictado». Es, finaliza el documento, «un límite para un sector que nunca entendió de límites«.

Organización Guardianes del… by Claudio de Moya

 

Guardianes del Humedal está integrado por los siguientes colectivos:

  • El Paraná no se Toca
  • Multisectorial Humedales Paraná
  • Multisectorial Humedales Rosario
  • Salvemos los Humedales Villa Constitución
  • Somos Humedal Victoria
  • Taller Ecologista
  • Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas
  • Colectivo de Acción por la Justicia EcoSocial
  • Unidad de Vinculación Ecologista
  • Protegiendo Nuestros Árboles Rosario
  • Ecocamping Los Benitos Reserva Natural

 

 

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