Distintas organizaciones reclamaron este jueves «juicio político a la Corte Suprema, la remoción de sus cuatro miembros» y una nueva constitución del máximo tribunal del país, tras una marcha y concentración frente al Palacio de Tribunales, donde también fue reafirmado el pedido por un sistema de justicia «democrático e independiente al servicio del Pueblo».
«Este Poder Judicial con esta Corte a la cabeza, en todo este tiempo, convalidó un sistema de injusticia como nunca antes se viera en Democracia y de ese modo tributó, con holgura, a la ruptura del pacto democrático que había sido sellado por la sociedad toda, tras la noche más oscura de su historia», sostuvo un comunicado leído como cierre de la concentración en Plaza Lavalle.
El texto fue acordado por todas las organizaciones civiles, sindicales, políticas y de derechos humanos que ocuparon masivamente los alrededores al Palacio de Tribunales, sede en su piso cuarto de la Corte Suprema.
Militantes de la denominada Multisectorial por una Justicia Democrática, Feminista e Independiente se concentraron este jueves en la porteña Plaza Lavalle, ubicada frente al Palacio de Tribunales, con el objetivo de exponer varias demandas, entre ellas una justicia independiente.
Además, referentes de organizaciones de derechos humanos, de centrales sindicales y de agrupaciones feministas, religiosas y políticas acordaron expresar allí sus críticas al hecho de que el presidente del máximo tribunal del país, Horacio Rosatti, se haya incorporado el mes pasado al Consejo de la Magistratura, luego de que la Corte Suprema modificara la composición de ese cuerpo con potestad para administrar el Poder Judicial, proponer jueces y promover sanciones contra los magistrados.
La de este jueves es la primera de dos movilizaciones previstas para este mes. La próxima será el 24 de mayo, convocada a través de las redes sociales por el juez Juan Ramos Padilla en reclamo de la «renuncia de la totalidad de los miembros» del máximo tribunal de justicia del país y ante lo que calificó como «el golpe institucional que consumaron Horacio Rosatti y sus amanuenses».
Frente a la sede de la Corte Suprema llegaron ciudadanos de a pie y militantes de organismos de derechos humanos, como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz, APDH, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH).
También fueron sumándose dirigentes de la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT y el Frente Sindical de la CGT, más organizaciones sociales y políticas, entre ellas el Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala, como también agrupaciones religiosas y feministas.
«Es muy importante que los integrantes de la Corte sepan que parte del pueblo discrepa con sus fallos. Yo, a las personas las respeto, pero el contenido de los fallos es muy regresivo; creo que llegó el momento de que se amplíe el número de -integrantes- del tribunal porque demoran mucho y hay un cúmulo de juicios que también se demoran», reflexionó en diálogo con Télam el abogado laboralista Héctor Recalde, exdiputado nacional y exapoderado de la CGT, y remarcó: «La Corte no tiene apoyo popular».
Carteles y pancartas de ATE, de la Unión de Empleados y Técnicos de las Telecomunicaciones (Uettel), del movimiento popular La Dignidad, del Movimiento de Acción Popular (MAP) y de Trabajadores de Universidades Nacionales (Fatun) ocuparon la plaza.
La concentración, con un escenario instalado en el cruce de Tucumán y Talcahuano, fue acompañada con música de Los Redondos, el repiqueteo de bombos y redoblantes y el humo de las parrillas para tentar a los asistentes, antes de que los actores Alejandra Darín y Daniel Fanego leyeran el documento sobre el escenario.
Ricardo Peidró, de la CTA Autónoma, le dijo a esta agencia que «no se puede concebir una sociedad verdaderamente democrática con una justicia como la que funciona en la Argentina».
«La Corte no tiene procedimientos, se toma años para sus fallos y los hace de acuerdo con el criterio o necesidad política del momento; creo que transparentar y democratizar la justicia es muy importante si queremos una sociedad igualitaria», reflexionó.
El legislador Eduardo Valdés, también presente en la manifestación, declaró: «Yo no quiero una Corte de mi pensamiento político, quiero una Corte que nos represente a todos los ciudadanos; la Corte se mueve al ritmo de la familia judicial, que es más permanente que el poder político».
Además de pedir la renuncia de Rosatti al Consejo de la Magistratura, las organizaciones también exigen la ampliación de su número «con el fin de democratizar el acceso a la Justicia», dijeron en un comunicado.
Para el 24 de mayo, Ramos Padilla pidió sumarse a la marcha para repudiar la decisión de la Corte de «tomar por asalto el Consejo de la Magistratura», según posteó en su cuenta de Twitter.