por Silvana Codina*
Hoy se cumplen 117 años desde el nacimiento en Brasil de Oscar Niemeyer. Hace 12 años fallecía, un 5 de diciembre, dejando un legado invalorable.
Fue el personaje más influyente de la arquitectura de América Latina en el marco de la Arquitectura Moderna Internacional.
Junto a Hermes Binner (1943-2020) tuvimos la gran oportunidad de frecuentarlo a partir de 2007 cuando con cien años ofreció y eligió a Rosario para dejar un proyecto que finalmente se multiplicó por dos: el Puerto de la Música de Rosario y el Paseo de las Artes Lucio Fontana que donó a nuestra ciudad.
Atesoro innumerables momentos de alegría profesional y fundamentalmente lecciones de humanismo concreto junto a ambos. Y sumo en este recuerdo de aniversario al Ing, Dante Seta (1929-2010) quien también formó parte de del grupo y de las reuniones mantenidas en el Escritorio de Niemeyer en Copacabana.
Como homenaje a Oscar, a Hermes, a Dante y a Rosario, trasncribo la letra de una canción escrita por Oscar Niemeyer en portugués, e interpretada por Edu Krieger, un enfermero que lo atendía mientras estuvo internado en Río de Janeiro.
Oscar buscó especialmente entre quienes lo atendían mientras estaba internado en 2010, a quien le pusiera música a su letra.
En una mañana de reuniones técnicas por el proyecto del Puerto de la Música, ya restablecido de su internación, y antes de revisar los planos que estábamos documentando con el equipo de arquitectos de Rosario de su proyecto, invitó espacialmente al enfermero para que nos la interpretara en vivo como bienvenida y buen augurio para la realización de la obra, su letra muestra un sentido de la vida y un camino para la felicidad.
Dice así:
Tranquilo con la vida
Hoy en mi día mi vida será diferente
Pantalón de pijama, camisa a rayas, sandalias en los pies.
Caminar por la playa haré lo de todas las mañanas
Y hasta habrá chicas bonitas, si Dios quiere.
Me detendré en los cafés para escuchar historias,
Cosas de la vida que algún día tendrán que cambiar.
Quiero ser un mulato que sabe la verdad
y que prefiere estar al lado de los pobres.
Y así voy yo,
Tranquilo con la vida,
Esperando la noche que al aire libre,
Como un manto de estrellas se anuncia
Y se multiplica en las aguas del mar.
Desde mi favela miro a los pudientes
Viviendo en la playa, frente al mar.
No debemos culparlos,
Son privilegiados,
Que un día entre nosotros volverán a vivir.
Nada se puede agregar, lo dice con su ejemplo de vida y lo sintetiza en una canción.
En Rosario tomamos su ejemplo y algún día construiremos su gran obra haciendo real que las cosas de la vida algún día tengan que cambiar.
*Presidenta Fundación en Obras
