Sipreba
“Osvaldo Bayer nos enseñó que se puede ser sindicalista y hacer periodismo”, evocó Tato Dondero, secretario General del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), quien ayer rindió homenaje a la figura y las enseñanzas del “entrañable compañero” que entre 1958 y 1962 estuvo al frente del gremio.
Al hablar durante el primer homenaje al periodista, escritor, historiador y trabajador de prensa fallecido el pasado 24 de diciembre, realizado en la plaza Alberti, en el barrio de Belgrano, Dondero no ocultó su emoción. En la plaza de Arcos y Roosevelt, a metros de la casona de Bayer, una foto pegada sobre un árbol lo mostraba sacando la lengua. Y hasta allí sus hijos Esteban, Christian y Udo habían llevado el sillón rojo en el que solía sentarse, el teléfono fijo que usaba, y entre todos improvisaron un altar sobre una mesita, a un costado del escenario, donde colocaron la urna que tenía las cenizas del autor de La Patagonia Rebelde.
“¡Osvaldo Bayer, presente!”, gritó el periodista Horacio Embón y una multitud respondió: “Ahora, y siempre”. Amigos, vecinos, viejos anarquistas, militantes políticos y gremiales, Madres de Plaza de Mayo, representantes de pueblos originarios, artistas, estudiantes y muchos jóvenes realzaron la figura de quien había dedicado su vida a defenderlos, a todos y a cada uno, a través de su pluma filosa, inquebrantable, incorruptible.
Al iniciar su alocución, Dondero, quien además es delegado de Página/12 expresó: “Estamos en la plaza Alberti como estuvimos en el cumpleaños 91 y en el cumpleaños 90 de Osvaldo, recordando todo lo que él hizo y por qué es nuestro secretario General honorario”.
“Lo nombramos –continuó– porque nos enseñó desde el primer día que se puede ser sindicalista y hacer periodismo a la vez. Una cosa no es incompatible con la otra, como pretenden las patronales actuales que persiguen a los dirigentes sindicales”.
“Por Osvaldo, por la lucha y todo lo que tenemos por delante reafirmamos nuestro compromiso como trabajadores y trabajadoras de prensa, de estar en cada lugar que haga falta. Como nos ha enseñado Osvaldo”, cerró el líder del Sipreba.
Durante la actividad, conducida por los editores Bruno Nápoli y Ariel Pennisi, participaron la actriz Cecilia Rossetto, el charanguista Rolando Goldman, una banda de sikuris, y Ezequiel Jusid, de Arbolito, entre otros artistas que subieron al escenario a ofrendar en palabras, canciones y recuerdos. Y el Quinteto Negro La Boca interpretó los Tangos Libertarios, con letras de Bayer sobre las grandes huelgas del siglo pasado en las desoladas estancias del sur y en los grandes talleres de Buenos Aires y en los ingenios del norte y la lucha de los anarquistas, con títulos como “Severino” (sobre Severino Di Giovanni), “Gaucho Facón Grande”, (sobre uno de los huelguistas de la Patagonia Trágica) y “Chau Falcón, gracias Simón” (sobre el atentado del anarquista Simón Radowitzky que mató al jefe de Policía Ramón Lorenzo Falcón).
“El primer homenaje a Osvaldo”, como lo definió en su adhesión Beynusz Schmukler, quien fuera el abogado de Bayer en el juicio que el periodista le ganara a la familia Martínez de Hoz –en la que quedó demostrada la rigurosidad histórica de la investigación de Bayer–, cerró con la proyección del documental “Mi viejo rebelde”, realizado con archivos familiares por Ana Bayer, hija del periodista y escritor.