No fue, la de la mañana de este sábado, la primera amenaza que recibió el habitante de una vivienda de calle Presidente Roca al 6400. Tiene 67 años. El miércoles pasado ya habían pasado, en moto, por donde vive y disparado varias veces contra el frente. Lo mismo ocurrió tres días después, y en los dos casos con mensajes contundentes que responden a una modalidad delictiva tributaria del narcomenudeo en Rosario: atemorizar a vecinos para que se vayan y usurpar sus viviendas para destinarlas a la venta o el acopio de sustancias prohibidas.
La más reciente víctima del accionar de bandas territoriales que disputan metro a metro comercio y espacio recibió, en los dos ataques, el mismo mensaje dejado como escrito luego de la andanada de balas: «Viejo puto entregá la casa si no te matamos». Eso, con leves diferencias que no cambian el claro sentido y siempre con el insulto de refuerzo.
En este último caso, los tiradores dejaron como evidencia de la gravedad de la amenaza el sello de diez impactos en la fachada de la casa de la víctima en barrio Las Flores.
