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Otra balacera frente a una escuela de la zona sur

Un auto se detuvo frente al ingreso al barrio Municipal y dos personas bajaron y abrieron fuego. No hubo heridos.

Dos jóvenes a bordo de un Corsa gris se estacionaron a las 13.30 de ayer en la puerta del barrio Municipal de Alice y Lamadrid. Uno de ellos bajó, entró al edificio y abrió fuego contra los pibes que se encontraban en un pasillo. Todo frente a la escuela y con una camioneta de la Policía de Acción Táctica como custodia. Los vecinos enardecidos no entendieron la inacción policial, ni las explicaciones de que la camioneta no arrancaba y arremetieron a piedrazos contra los agentes que están ahí para evitar, entre otras cosas, balaceras. Al fin la camioneta arrancó, pero varios móviles llegaron al lugar y tiraron balas de goma hacia los vecinos. En tanto, dos chicas que serían sobrinas del asesinado ex líder de la barra de Newell’s, Roberto “Pimpi” Caminos, fueron golpeadas, según su abogado, Marcos Cella. En el barrio se transpiraba miedo y bronca y los vecinos mayores estaban en la puerta, custodiando la salida de sus familiares de la escuela. A 500 metros de allí está la escuela Kennedy, donde los docentes prohibieron a los alumnos hacer el recreo en el patio, porque las balaceras son moneda corriente.

El Municipal de Alice y Lamadrid está pintado de rojo y negro. Todavía está grabado en las paredes el nombre del mítico jefe de la barra leprosa, Pimpi. El ingreso al edificio, un lugar que antes albergaba la imagen del Gauchito Gil, tiene el silencio de la siesta y en su interior un grupo de pibes conversa tranquilo, como si nada hubiese pasado. Los vecinos mayores están en la puerta del complejo. Aseguran temer que otra balacera se desate a la salida del turno tarde y que en la Policía, apostada en la puerta de la escuela Luis Mora y Olguín, no confían.

Es que ayer, poco después de la una y media del mediodía, un Chevrolet Corsa gris con los vidrios negros se detuvo frente al Municipal. Uno o dos pibes bajaron, se metieron entre los monoblocks y empezaron a tirar. Muchas de las balas quedaron marcadas en las paredes, pero no lograron dar en los muchachos. “Nos tiraban a nosotros”, cuenta uno de los pibes. Y agrega: “Son unos que viven acá a la vuelta”.

No brindan detalles sobre la bronca, pero sí lo hacen los vecinos más viejos que aseguran que el domingo pasado también habían tirado. “Son de la banda de Martín, un pibe que tiene un padre policía. Viven por Sánchez de Thompson”, afirma uno de los vecinos mayores en referencia al lindero Fonavi del Parque del Mercado. Al lado del ingreso al edificio hay una verdulería. Los dueños aseguran que despachaban cuando abrieron fuego y que siempre pasa lo mismo. Oscar es taxista. Para su coche y levanta su remera: “Mirá lo que me hicieron”. En su abdomen están marcadas las balas de goma que tiró la Policía. “Cuando escuchamos los tiros todos salimos a la calle. Nuestros hijos, los nietos, están en la escuela. Pero no podíamos creer que la Policía estaba en la puerta de la escuela y no hacía nada. Entonces, todos nos enojamos”, dijo.

Antes de que empezaran las piedras contra el móvil, los dos agentes intentaron explicar que el vehículo no arrancaba, pero ante la lluvia de piedras la camioneta se abrió paso y desapareció, mientras varios móviles aparecieron en ayuda. No alcanzaron a increpar a los policías nuevos, porque las balas de goma empezaron a impactar en los cuerpos de los vecinos. Además de Oscar, varias mujeres quedaron con el recuerdo de las postas de goma en el cuerpo.

También hubo golpes. Según el abogado Cella, dos chicas de 17 y 14 años fueron golpeadas por la Policía y las lesiones fueron constatadas, y añadió que la denuncia por los golpes fue hecha en la Fiscalía  a cargo de Karina Bartocci.

Plomos y muerte

En los últimos meses el Parque del Mercado, el lindero Municipal y una zona de barrio Tablada fueron escenario de seis crímenes –y ataques que dejaron al menos 15 heridos– que los pesquisas tabulan en un mismo enfrentamiento por territorio, al que no son ajenos el tráfico de drogas y la interna de la barra leprosa. El 3 de agosto, Hernán C. de 42 años fue baleado en Isola al 300 bis. En Isola y Maestros Santafesinos, en la noche del 20 de julio Iván García, un pibe de 21 años  fue asesinado.  Antes Mariela Miranda fue ultimada el 11 de marzo en Uriburu y Ayacucho; Eugenio Solaro, el 1º de mayo en Ayacucho y Ameghino; Leonel Sánchez el 17 de mayo en Lamadrid y General Paz; María Cristina Núñez el 4 de junio en Sánchez de Thompson al 100 bis, y Nora Oroño en Regimiento 11 87 bis el 22 de junio.

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