Según informaron diversos sitios especializados, la última denunciante, que pidió a los medios preservar su identidad, aseguró en su demanda que Brian Warner -el nombre real del artista- la sometió en varias oportunidades a mantener relaciones sexuales forzadas y no consensuadas desde que comenzó a salir con él en 2011.
Además, consideró que Manson utilizó su «estatus como celebridad» para «explotarla y victimizarla de formas degradantes» también psicológicamente, manipulándola y controlándola, especialmente en los meses en los que convivieron.
Antes de que se conociera esta denuncia, la modelo y actriz Esmé Bianco, conocida por su papel en la serie Game of Thrones, también demandó el 2 de mayo pasado al músico por haber cometido contra ella múltiples agresiones sexuales violentas, una violación y otros abusos entre el 2009 y el 2013.
Warner ya se encontraba bajo investigación criminal por parte de las autoridades de California desde febrero, cuando el condado de Los Ángeles abrió un expediente ante las acusaciones públicas que realizaron Wood y otras cuatro mujeres, entre ellas la antigua asistente del cantante.
En ese momento, la actriz compartió una publicación en su cuenta de Instagram en la que lo acusaba de abusar de ella «horriblemente» durante el breve compromiso que tuvieron en 2010, cuando ella tenía 18 años y él 36.
Por su parte, el músico negó dichas acusaciones en un comunicado compartido en esa red social y luego fue despedido de su sello discográfico, Loma Vista Recordings, cuyas autoridades aseguraron al sitio The Hollywood Reporter que ya no colaborarían con él en futuros proyectos.