El incendio finalmente controlado y sin víctimas fatales en dependencias cercanas a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, durante las operaciones bélicas de Rusia en Ucrania, desató alarmas sobre un posible desastre radioactivo durante varias horas y una guerra informativa entre medios «occidentales», el pacto militar de la Otán, el gobierno ucraniano y funcionarios de Moscú sobre lo que ocurrió.
El Gobierno del presidente ucraniano Volodímir Zelenski había afirmado que si estallaba la central, ubicada en el sureste de Ucrania, se produciría un impacto «diez veces más grande que el de Chernobil», ocurrido en 1986 en el mismo país y considerado el mayor accidente nuclear de la historia. La administración de Kiev llegó a decir que, en ese caso, sería «el fin» de la vida en Europa.
No obstante, las instalaciones sensibles de la central nuclear, construida entre 1984 y 1995 y considerada la mayor de Europa y la novena del mundo, no fueron afectadas por los incidentes armados en su perímetro, sobre cuyas características hay versiones encontradas.
El argentino Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (Oiea), dependiente de la ONU, bajó el tono de la alarma al asegurar este viernes que tras la asonada armada no hubo fuga de radiación y ninguno de los seis reactores de la planta se vio comprometido.
«Un proyectil golpeó un edificio dentro de la planta nuclear. Este edificio no forma parte de los reactores», explicó Grossi en rueda de prensa.
La tranquilidad que supuso el hecho de que el incidente no se transformaría en algo mayor no evitó, sin embargo, que de inmediato se desatara una catarata de acusaciones cruzadas y una colosal guerra informativa en relación a las responsabilidades ante el hecho que sembró zozobra en todo el mundo.
Ucrania de inmediato culpó a Rusia por el incendio. «Tropas de la Federación Rusa están disparando contra la planta de energía nuclear de Zaporiyia y existe una amenaza real de peligro nuclear en la planta de energía atómica más grande de Europa», afirmó el vocero del establecimiento, Andrei Tuz, en el primer video publicado en la red de mensajería rusa Telegram.
Cómo fue: según la fuente
El presidente Zelenski acusó por su parte a Moscú de recurrir al «terror nuclear» y de querer «repetir» la catástrofe de Chernobil. «Alertamos a todo el mundo sobre el hecho de que ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear», arengó en un video publicado por la presidencia ucraniana.
El secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, condenó en sintonía la «irresponsabilidad» de Rusia a raíz de su ataque. «Hemos visto informes sobre el ataque contra esa planta nuclear. Esto demuestra la irresponsabilidad» de este conflicto, dijo antes de una reunión urgente de cancilleres del pacto militar en Bruselas, en la primera reacción de la alianza transatlántica a este ataque.
El Ministerio de Defensa ruso respondió que fueron los saboteadores nacionalistas ucranianos quienes perpetraron el ataque, o al menos el incendio al edificio administrativo, lo que calificó como una «provocación monstruosa».
«Anoche, en el territorio adyacente a la central nuclear, el régimen nacionalista de Kiev intentó llevar a cabo una provocación monstruosa», dijo el portavoz del Ministerio, Igor Konashenkov. Agregó que el intercambio en los alrededores de la central comenzó cuando una patrulla de la guardia nacional rusa fue atacada por un grupo de sabotaje ucraniano. Horas después, las autoridades rusas señalaron que la planta operaba «con normalidad». Lo mismo aclararon desde el organismo nuclear internacional.
«El personal de la central nuclear de Zaporiyia continúa trabajando con normalidad, mantiene las instalaciones de la planta y supervisa la situación radiactiva. El fondo radiactivo en la zona de la central es normal», abundó el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, según transcribió la agencia de noticias rusa Sputnik.
Según el ministro de Defensa ruso, el objetivo de «la provocación del régimen de Kiev en la instalación nuclear era acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva». Y añadió: «Todo esto atestigua un plan criminal del régimen de Kiev o la pérdida total de control de Zelenski sobre las acciones de los grupos de sabotaje ucranianos con la participación de mercenarios extranjeros».
Una central clave
La central de Zaporiyia está situada en Energodar, una ciudad del sudeste ucraniano a orillas del embalse Kajovka del río Dniéper. Eso es a unos 200 kilómetros de la disputada región pro rusa del Donbás y 550 kilómetros al sudeste de la capital Kiev.
Cada uno de los seis reactores de la planta genera 950 megavatios (un total de 5.700 megavatios). Es una energía equivalente al consumo de unos cuatro millones de hogares y, con la planta en operación plena, produce una quinta parte de la electricidad de Ucrania y casi la mitad de la energía nuclear generada en el país.
Los reactores nunca corrieron peligro
El fuego que mostraron los videos fue en un edificio de entrenamiento a unos cientos de metros de los reactores. Lo extinguieron a las 6.20 hora local, informó la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania (SNRIU). La Agencia Internacional de Energía Atómica (Oiea) agregó que según sus fuentes el incendio en el sitio no había afectado «el equipo esencial y que el personal de la planta estaba tomando medidas de mitigación».
En una declaración, la SNRIU ucraniana detalló que las seis unidades de energía de Zaporiyia «permanecen intactas, los edificios auxiliares del compartimiento del reactor de la unidad 1 han sido dañados, lo que no afecta la seguridad de la unidad. Los sistemas y componentes importantes para la seguridad de la central nuclear están operativos. No se han registrado cambios en la situación de radiación».
El resumen del organismo es que de las seis unidades de energía en el sitio, la número 1 estaba en corte, la 2 y 3 habían sido desconectadas de la red y «se está llevando a cabo el enfriamiento de las instalaciones nucleares». La unidad 4, sigue el repaso, está en operación con una potencia de 690 Megavatios. Y las 5 y 6 se están enfriando.