El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) anunció el desarrollo de pastas frescas y secas con harinas no tradicionales, un producto que ofrece ventajas nutricionales por sobre las ya existentes en el mercado.
El proyecto, a cargo del Centro Cereales y Oleaginosas del Instituto, fue orientado a la obtención de productos con mayor porcentaje de fibra, aceites naturales y de componentes bioactivos derivados de granos.
La iniciativa contó para su concreción con aportes no reembolsables del Fondo Tecnológico Argentino del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y se desarrolló a pedido de una pequeña empresa privada que buscó asistencia técnica para elaborar el producto y regenerar un canal de distribución y venta de pastas secas artesanales de calidad superior, y funcionales.
“Las denominadas fábricas fideeras habían dejado de ofrecerlos ante el crecimiento y desarrollo de los hipermercados que por su volumen de ventas podían venderlos a menor precio”, recordó en diálogo con Télam, Marcela Cordara, integrante del grupo de trabajo que realizó el desarrollo.
Si bien en el mercado existen pastas con harina de salvado, sémola, semolín y harina, “la diferencia con estos productos artesanales radica en la inclusión de harinas multigranos, que aportan muchos beneficios para la salud, pues brindan mayor porcentaje de fibra, fitoestrógenos, flavonoides y ácidos grasos especiales, de suma importancia en la alimentación”, indicó.
Las pautas nutricionales modernas recomiendan la ingesta de 6 a 11 porciones diarias de alimentos del grupo de los cereales, de las cuales el 50 por ciento debe ser de característica integral.
El proyecto reviste gran importancia por su innovación, acorde a las tendencias nutricionales modernas en relación con el consumo de grano entero y mezclas de cereales y oleaginosas, lo que genera un nuevo nicho en el mercado a la hora de comercializarlos.
Otra ventaja radica en el incremento de la vida útil de los productos, lo que disminuye el costo de logística y distribución por no depender de cadena de frío.
La tecnología utilizada en su desarrollo es simple y de bajo costo operativo, y la maquinaria está disponible en el mercado local.
El proyecto se desarrolló en tres etapas, la primera de las cuales contempló una instancia preliminar de diseño de planta, reacondicionamiento del local donde realizó el proyecto, de acuerdo a las normas y reglamentaciones vigentes para establecimientos elaboradores de alimentos.
La segunda comprendió el desarrollo e incluyó la realización de una pasta seca con harinas no tradicionales; la realización de los análisis físico-químicos, microbiológicos y nutricionales aseguró la calidad de los productos cocidos; valoración visual, liberación de almidones durante la cocción, textura, sabor y aroma, y el etiquetado nutricional y desarrollo de programas de secado de las pastas, indicó Cordara.
La tercera, contempla la transferencia tecnológica y prevé la reproducción de los resultados obtenidos en la planta piloto de Inti-Cereales y Oleaginosas a escala industrial en las instalaciones de la empresa; realización de los análisis de las muestras obtenidas y el ensayo de la vida útil.