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Otra producción local desembarca en Arteón

ADELANTO. Desde mañana se proyectarán los cuatro envíos, los miércoles de abril a las 20. La serie web “Clínica de Payasos Mentales”, se verá en pantalla grande y con capítulo final

Otra producción local
desembarca en Arteón

¿Qué es un Payaso Mental? La pregunta es el disparador que anuncia el desembarco en pantalla grande de la Clínica de Payasos Mentales, una serie web que, realizada por jóvenes rosarinos, puede verse a través de Youtube desde septiembre del año pasado. En esta oportunidad, y a modo de espera de lo que será su capitulo final –un cortometraje que responderá a la pregunta inicial–, los miércoles de abril, el cine Arteón proyectará fragmentos de lo mejor de esta serie que combina diversos géneros como la comedia, terror, drama y humor absurdo.

Será así que 1º, 8 y 15 de abril, a partir de las 20, estos “payasos mentales” desembarcarán en la sala ubicada en la planta alta de Sarmiento 778, mientras que, el 22, será el turno del gran capitulo final que, en formato cortometraje, pondrá en cuestión algunos conceptos que en la serie se presentan implícitos. “A diferencia de los capítulos anteriores, el cortometraje está unificado a partir de la pregunta: ¿Qué es un payaso mental? buscando así diferentes respuestas posibles. Es en lo que se basa la serie pero en este caso va a estar de manera más explicita, en el resto de los capítulos es sólo una idea que sobrevuela”, contó Daniel Basilio, director de la serie, a El Ciudadano, afirmando que para poder encontrar la respuesta será necesario ir al cine.

Según adelantó quien también comparte el equipo de guionistas junto con Cristián Stamboni y Germán Carabajales, el corto tendrá un tratamiento más sofisticado que los capítulos anteriores. “Es un cierre y lo vamos a hacer dándole algunos condimentos que no pudimos darle a la serie. Y no sólo estéticos y técnicos, sino también conceptuales. Es una propuesta bastante experimental, tiene animación, partes de musical, algunas en blanco y negro, hay títeres; va por diferentes pasajes de diversos géneros. Hicimos una mezcla bastante importante para cerrar bien experimental”, adelantó el creador.

Respecto del recorrido que realizó esta Clínica de Payasos Mentales, Basilio confesó que no llegaron a realizar todo aquello que habían planeado en un principio. En cambio, “aquellos sketchs que eran más chiquitos fueron tomando protagonismo. Mucho del material que está es el que iba a ir de acompañamiento a otros materiales más grandes, fue por eso que tomó otra dinámica”, confiesa el integrante del colectivo artístico Pagliacci Producciones Creativas.

“Nos gusta mucho el humor de los dibujitos animados clásicos porque pueden jugar con el humor en diferentes capas. Van del chiste más tonto al que tiene referencia cultural, y funciona en todas las capas. Eso los hace muy amplios. Son populares porque tienen chistes simples pero también porque tienen referencias políticas o religiosas que hacen una serie muy rica. Nosotros, aunque es un poco ambicioso, queríamos apuntar a tener ese tipo de registro. En algunos casos, ser críticos, y en otros apuntar a un absurdo más existencial. Desnaturalizar un poco el mundo de las cosas, darle una vuelta de tuerca y mostrar hasta qué punto es tan absurdo”, relató Basilio quien confesó la intencionalidad de la variedad de géneros que se dispusieron a abarcar: “Nos pasó que escribiendo nos dimos cuenta que no es una serie de humor. Hay momentos de humor pero hay otros en los que parece más terror o drama. Me parece muy rico que no se pueda determinar en un género. La idea es que sea un trans-género, que tome cosas de bastantes lugares, por eso no diría que solamente es humor, si bien es lo que prima. Queríamos lograr eso, darnos a conocer y mostrar una tendencia que creemos que se está dando: vemos productos que funcionan a nivel mundial aunque ese tipo de narrativa no está explotada en la Argentina”.

Respecto de esa identidad que está dada por lo heterogéneo, el director, que reconoce en su trabajo influencias iniciales de Cha cha cha y Peter Capusotto, y otras dadas por Monty Python o Padre de familia, contó: “Cuando empezamos estábamos pensando mucho en hacer un programa que tuviera una identidad propia pero que a la vez esa identidad estuviera dada por lo heterogéneo. Entonces la identidad está dada por esa imposibilidad de encasillarlo en algún lado. Está descentrado.  Me gusta el resultado porque si bien no es lo estético hay algo que comparten todos los sketchs, cierta mirada, una cuestión media extraña que no se termina de definir que le da una cierta identidad en lo global”.

El equipo, que completan Emmanuel Alanis, Juan Manuel Sacripanti y Antonio Dayub, en cámara y edición; Soledad Vela Sánchez en dirección de arte; Daniela Cordiano, Camila Guerra y Daniela Vela Sánchez en asistencia arte, y Mater Weber y Martín Magagnini, en vestuario, llevó adelante durante meses la experiencia de hacer televisión web, esa que brinda “la libertad creativa absoluta”. “En la web, el límite son tus recursos, tiempos y condiciones porque realmente podés subir lo que quieras. Y los límites son que en un mar donde hay tantas cosas como es la red, corrés el peligro de que todo se pierda ante tanto exceso de información la gente mira muy rápidamente y si algo no lo atrajo lo descarta al instante. En ese sentido, hay que buscar mucho en internet, porque hay tanto material que hay gemas que se pierden. Tenés que ser muy rápido para atrapar o ser muy atractivo para que alguien se quede a mirarlo y que lo busque”, concluyó.

 

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