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Otra sangrienta balacera a la salida de boliche dejó dos muertos y tres heridos

Cinco personas fueron acribilladas desde un auto a la salida de un bar de zona sur. Un hombre de 35 años y una menor de 17 murieron. Otras tres adolescentes resultaron heridas. Una fuente dijo que uno de los agresores fue detenido al chocar y que tenía pérdida de conocimiento

Los boliches nocturnos parecen haber dejado de ser lugares exclusivos de diversión en Rosario. También son escenarios de disputas entre bandas que marcan territorio a los tiros. Este domingo, una brutal balacera frente a un bar de zona sur, donde tocan bandas en vivo además de contar con karaoke y mesas de pool, dejó dos muertos y tres heridos. El ataque fue ejecutado desde un auto que alrededor de las seis de la mañana pasó por la puerta del local de avenida Arijón y Balcarce cuando un grupo de personas amanecidas en el interior salían del lugar.

Al momento de cruzar la calle para subirse a un vehículo, una ráfaga de tiros los liquidó. El primero en morir fue un hombre de 35 años al que le siguió una joven de 17. Otras tres adolescentes de entre 17 y 18 años resultaron heridas. Una fuente del caso asegura que uno de los agresores, al huir, chocó y fue demorado. De acuerdo con esa versión tiene 27 años y pérdida de conocimiento por un fuerte traumatismo de cráneo.

El hombre asesinado fue identificado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) como Gustavo Germán Candia, quien falleció de un tiro en la cabeza. La menor como Tiziana Valentina López, quien murió poco después por un tiro en el tórax. Y las tres jóvenes heridas a balazos como Lara V., de 17 años herida en el tórax y cuyo estado de salud era estable al cierre de esta edición; Carla R. y Camila G., ambas de 18, quienes recibieron el alta médica tras recibir curaciones en los miembros superiores. Según los voceros, las cinco víctimas vivían en zona sur, en los barrios de la Carne y Las Flores.

El sangriento ataque es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Miguel Moreno, quien también instruye el asesinato perpetrado dos días antes –y vinculado con los boliches nocturnos– de Carlos Ariel “Patito” Señuque, un hombre de la noche también conocido como Toretto, quien fue acribillado a la salida de un after y cuando llegaba a su casa de barrio Pichincha, el último viernes a las siete de la mañana, de una decena de tiros.

Ningún investigador se precipitó a vincular con certeza los dos ataques –a los que suman balaceras contra tres bares de Pichincha en abril y mayo– pero en todos se mencionó como posible móvil de las agresiones el enfrentamiento entre bandas de la ciudad que se disputan territorio para distintos ilícitos que tienen en común la venta de drogas.

Karaoke Bar Pool 8

El ataque en el bar de zona sur ocurrió cerca de las seis de la mañana de este domingo a la salida de Karaoke Bar Pool 8, en barrio Las Delicias. La información oficial indica que al menos dos hombres pasaron por la puerta en un auto blanco, abrieron fuego y huyeron a toda velocidad. Tras la feroz balacera los primeros en llegar al lugar fueron agentes de la seccional 21ª y del Comando Radioeléctrico, quienes se encontraron con los cinco baleados. Luego se sumaron efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) que recogieron en el lugar 19 vainas servidas de calibre 9 milímetros. También se llevaron secuestrado el auto de Candia, un Peugeot 306 color negro para peritar, ya que tenía algunos impactos de bala.

Un vocero del caso mencionó que una allegada al clan Cantero se presentó en la seccional 21ª a retirar el vehículo pese a que en los papeles de propiedad figura el nombre del hombre asesinado.

Para los investigadores esa información sirvió de nexo para conectar los ataques de los últimos días con las disputas entre bandas. En ese sentido, voceros mencionaron lo secuestrado en el quinto piso de Brown 2857 donde vivía Señuque: una camiseta de fútbol con la que jugó en San Lorenzo Ángel Correa, un jugador cuyo pase estuvo investigado por haber estado en manos de los Cantero, además de varios gramos de distintos estupefacientes. De Señuque los pesquisas sospechan que pudo haber estado vinculado a las fiestas electrónicas como proveedor de las sustancias ilegales que suelen consumirse en ese tipo de eventos, como el éxtasis.

El hombre, oriundo de barrio Tío Rolo, alquilaba el lugar de forma temporaria con un contrato que no estaba a su nombre, sino al de un miembro de un conocido clan de sudoeste, vinculado con Los Monos.

Además, los investigadores resaltaron que la joven de 19 años que lo esperaba dentro del departamento cuando fue asesinado, Agustina T., había sido detenida a mediados de marzo en la estación de servicios de Rioja y España junto con Mario Pereyra (un hombre que se presentaba como relacionista público de boliches) con 13 kilos de marihuana que llegaron por encomienda a la sucursal de Correo Argentino ubicada enfrente.

La Justicia federal procesó a Pereyra y dejó a Agostina en libertad luego de cobrarle una fianza de 50 mil pesos. Con el crimen de Señuque la medida quedó sin efecto y la joven volvió a prisión.

Pero la detención de Pereyra también anticipó la saga de ataques en los bares de Pichincha entre abril y mayo. Al hombre le atribuían el manejo del bar Nenina, ubicado en Riccheri 12 bis. Sus nuevos dueños lo rebautizaron Alabama. A fines de mayo, antes de reabrir oficialmente se realizaba una fiesta a puertas cerradas cuando desde un auto balearon el frente. Los mismos tiradores le dieron a la fachada de Blacklist, otro bar ubicado a media cuadra, en la esquina con Güemes.

Un día después, las balas fueron contra Jimmy, otro bar ubicado en la equina de Brown y Riccheri, a media cuadra del lugar donde fue ejecutado Señuque.

En esos tres ataques no hubo heridos pero el poder de fuego de las armas utilizadas y la cantidad de disparos sembraron el miedo en un barrio que se propone como un centro de diversión nocturna.a noche

La Chicago Argentina

La noche rosarina y las disputas entre bandas parecen haberse asociado. En los últimos meses, balaceras con y sin heridos sembraron una forma de enfrentamiento que no teme cobrarse víctimas al azar. Algunos de esos ataques:

  • 30 de junio. Álvaro Eugenio Norese, de 27 años, murió de un tiro cuando visitaba al encargado del minimarket Aqua, en Rivadavia y Santiago. Cerca de las 11 de la noche entró un hombre con un arma corta y le disparó. Vinculan a la víctima con la hinchada de Rosario Central.
  • 17 de junio: Brian Leiva, de 18 años, murió a tiros al salir de Sureño, un boliche en Arijón y Moreno. Los agresores tiraron desde un auto.
  • 16 de mayo: Un joven de 18 años fue acribillado en la puerta del boliche Roma, de Pellegrini y Maipú. Los agresores pasaron en moto. Pese a los siete balazos, el joven sobrevivió. Hay dos sospechosos detenidos.
  • 12 de mayo: Dos jóvenes de 19 y 20 años fueron atacados atiros cuando salían del boliche de La Fluvial tras mantener una discusión adentro. Franco R., de 20 años, fue herido en el tórax y Tomás Román A., de 19, en el abdomen. Hay dos sospechosos detenidos.
  • 21 de abril: El bar Jimmy, en Riccheri y Brown, fue atacado a balazos cerca de la medianoche. Se investiga si fue una respuesta a otros dos ataques perpetrados en Pichincha el día anterior.
  • 20 de abril: En el boliche Alabama (ex Nenina), de Riccheri 12 bis, celebraban una fiesta antes de su apertura oficial. Desde un BMW color blanco dispararon contra el frente. el auto siguió y también baleó el frente de Blacklist, otro bar ubicado en la esquina de Güemes.
  • 15 de abril: Un ataque a balazos en San Martín al 2600 atacó el frente del bar El nuevo tropezón.
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