El gobierno egipcio proseguía ayer sus gestiones en El Cairo sobre un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza, con la tregua de 72 horas pactada el domingo pasado entre Hamas e Israel que hoy transita su último día. Las partes por el momento no han logrado ponerse de acuerdo sobre algunos temas cruciales. Los palestinos siguen exigiendo el levantamiento total del bloqueo de Gaza impuesto en 2006. Los israelíes, a su vez, exigen la desmilitarización del enclave, lo que la delegación palestina rechaza categóricamente.
A pesar de las posturas irreconciliables, El Cairo informó que hay avances “lentos” aunque “sólidos” en el intento de al menos prolongar la tregua y brindar un respiro a los atormentados residentes de Gaza. El negociador de Hamas, Musa Abu Marsuk, dijo que el ambiente era complicado pero serio.
Según informó a EFE un miembro del equipo palestino, en la cita que duró unas nueve horas y culminó después de la medianoche Israel volvió a pedir el desarme de la resistencia palestina de Gaza, la destrucción de los túneles, no desarrollar las capacidades bélicas y detener las pruebas para el lanzamiento de cohetes.
Pero los medios israelíes señalaron ayer que Israel habría aceptado que las fuerzas de seguridad del presidente palestino, Mahmud Abbas, participen en los controles de dos pasos fronterizos entre la Franja e Israel y otro con Egipto.
Assam al Ahmed, integrante de la OLP y jefe de la delegación palestina, indicó que la Autoridad Nacional Palestina está dispuesta y en condiciones de hacerlo.
El argumento israelí para mantener el bloqueo es que en manos de Hamas los pasos sirven para fortalecer militarmente a la fracción palestina.
Israel pidió disculpas a Brasil de forma oficial
El presidente israelí, Reuven Rivlin, llamó por teléfono a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, y le pidió disculpas por las declaraciones de un vocero de la cancillería del Estado hebreo, que se refirió a Brasil como un “enano diplomático”, tras la decisión de Brasilia de llamar en consulta a su embajador en Israel debido a lo que consideró “desproporcionado” ataque. Por su parte, Rousseff asumió que condena ataques a Israel, “pero condena igualmente el uso desproporcionado de la fuerza en Gaza” y reiteró la posición histórica de Brasil de la defensa de la coexistencia de “dos Estados soberanos, viables económicamente y, sobre todo, seguros”.