En lo que parece una nueva ola de intimidaciones, la Justicia investiga la quema, en la noche de este jueves, de un auto en el centro geográfico de Pérez, donde dejaron una nota amenazante, y el incendio de un móvil policial en la madrugada de este viernes en Rosario, en la puerta de la comisaría 9ª, en Arroyito. Ambos hechos se sumaron a un caso similar que tuvo lugar en Pérez durante la semana pasada, cuando prendieron fuego un vehículo frente a la comisaría 22ª. El avance de las investigaciones determinará si se trata de ataques en todos los casos, pero el último en Pérez, que destruyó un Toyota Corolla, no deja lugar a dudas: allí dejaron una nota que dice textualmente: “Dejen d verduguiar a los presos q la próxima bombas son para los vecinos d la 22”. La comisaría queda a cuatro cuadras del lugar.
El último atentado en Pérez quedó bajo investigación del fiscal Federico Rébola, de la Unidad de Balaceras, que ordenó distintas tareas de investigación, como relevamiento de cámaras, levantamiento de rastros y toma de testimonios. Además trascendió que hay medidas bajo reserva en relación a datos aportados sobre la nota amenazante.
El propietario del Toyota incendiado es Walter R., de 38 años, quien reside en el lugar: el auto estaba estacionado en la puerta de su casa. Según informó la Policía, una dotación de Bomberos Voluntarios trabajó en el lugar y controló el fuego en el Corolla gris, al que le consumió el motor, el capot, el frente y el lateral derecho, torpedo y parte del habitáculo.
También se informó que fueron los vecinos del lugar quienes encontraron un cartel escrito en un cartón en una reja del domicilio lindero al del propietario. La Policía puso en conocimiento de todo al fiscal Marcelo Maximino, de la Fiscalía de Flagrancia que estaba de turno, quien tomó inicialmente el caso.
Antes de derivar a su par Rébola las actuaciones, Maximino dispuso que se convocara a peritos de Bomberos Zapadores y al gabinete de la Policía de Investigaciones, mientras una brigada de la PDI hacía las primeras diligencias, entre ellas la declaración del propietario. Walter R. dijo que aproximadamente a la 1.15 estaba en la planta alta de su domicilio y escuchó voces provenientes de afurea y una explosión: cuando salió, su auto estaba en llamas. En la desesperación utilizó un matafuego para sofocar el fuego, pero no lo logró por la cantidad de sustancia inflamable que se habría utilizado para el ataque, se supone. El vehículo quedó totalmente destruido.
Ni Walter R. ni su vecino Marcelo S., quien encontró en su casa la nota intimidatoria, alcanzaron a ver a los autores del hecho, que en principio si quedaron captado por cámaras de seguridad de dos domicilios de la misma cuadra y una tercera de una calle transversal.
En tanto, en el caso del móvil policial quemado frente a la comisaría 9ª también habría sido un hecho intencional, según indicaron desde el Ministerio de Seguridad de la provincia.
La seccional está en Joaquín V. González al 900 y el incendio del móvil se desató aproximadamente a las 5.30 de la mañana: a esa hora un hombre ingresó a la guardia para dar aviso de que afuera se estaba quemando una patrulla.
El propio personal policial sofocó el incendio y pidió la presencia de Bomberos Zapadores para los peritajes de rigor.
El móvil parcialmente quemado se había utilizado en patrullajes horas antes, “con total normalidad”, según se informó.
