El gobierno de Santa Fe, a través del ministro de Seguridad, Jorge Lagna, definió el cambio del jefe de Policía del departamento Rosario, Natalio Marciani, quien fuera designado el 18 de enero pasado. En su lugar quedará a cargo en forma interina la actual subjefa, Betina Governatori, hasta que se designe un nuevo jefe.
La transición se da en un contexto agitado: el allanamiento a la sede de la Unidad Regional II por parte de la Fiscalía, por una investigación de defraudación cuyos pormenores se mantienen en reserva. Un procedimiento en el que, según trascendidos, el personal de la Agencia de Control Policial (ACP) secuestró cuatro celulares de la plana mayor, incluidos el de Marciani y el de Governatori.
Más allá de este episodio y sus posibles implicancias, lo cierto es que los índices de violencia letal y delitos predatorios desgastaron rápidamente la gestión de Marciani, como de sus antecesores: hubo ocho jefes en dos años y medio.
Los corrillos del ambiente policial le atribuyen a Marciani una ríspida relación con la jefa de la Policía de Santa Fe, Emilce Chimenti, quien ofició de interventora de la Unidad Regional II (URII) previo a la designación. “Esta mujer me cansó, me voy a descansar un poco”, aseguran que dijo el ahora ex jefe de la regional Rosario.
Apenas asumido el subdirector de policía Marciani había dicho: “Estamos dispuestos a asumir el compromiso y llevarlo a cabo. Tratar de hacer lo mejor posible para el vecino, para la ciudad de Rosario” y consideró que para llevar adelante una buena gestión no había “fórmulas mágicas”, sino “trabajar y trabajar”.
Lo cierto es que los sostenidos índices de violencia pusieron en jaque los anuncios de Marciani en materia de prevención y seguridad pública. La estocada final fue el procedimiento encabezado este miércoles por el fiscal José Luis Caterina, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, donde el personal de la ACP cauteló –voceros oficiales evitaron hablar de secuestro– los celulares de Marciani, Governatori, el habilitado de la URII Mauricio Santana y del empleado policial Séptimo Gerlo, según un documento filtrado por el sindicato policial no reconocido Apropol, que desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dieron por bueno.
Los mismos voceros extraoficiales señalan que la promotora de la denuncia contra Marciani fue la propia Chimenti, aunque por el momento no existe formación de causa ni orden detención por delito alguno.
Nueve jefes en poco más de dos años
A comienzos de la gestión del gobernador Omar Perotti y bajo la dirección de Marcelo Sain como ministerio de Seguridad provincial, el primero de los comisarios removidos fue Marcelo “Conejo” Gómez en diciembre de 2020. Duró sólo tres días y tuvo que irse después de que se viralizara un audio de Sain en el cual retaba al entonces jefe policial de Rosario por haber retirado la custodia de puestos fijos. Entonces Gómez dijo que en esos tres días no había recibido orden alguna ni mantenido contacto con las nuevas autoridades. Junto a la subjefa, la comisaria general Carina Degrá, renunciaron el 13 de diciembre.
El 18 de diciembre asumió Claudio Romano en dupla con Danilo Villán. El nuevo jefe duró 23 días. El 10 de enero de 2020 fue desplazado por Sain en el contexto de una saga de homicidios: 12 casos en los primeros nueve días del año, además de un atentado contra el Servicio Penitenciario y otro al Centro de Justicia Penal (CJP).
Sain dejó a cargo de la URII a Villán, que estuvo secundado por Oscar Romero. El 8 de abril esta gestión desplazó a 17 comisarios que conducían seccionales de relevancia como la 2ª, 5ª, 10ª y 14ª, además de dos Inspecciones de Zona y dependencias de localidades vecinas. A fines de julio corrió un fuerte rumor de que Villán rotaría una vez más a los jefes de comisarías, pero esto no se llevó a cabo y el cambio lo sufriría él con el correr de las semanas.
En agosto, Daniel Acosta sería el cuarto comisario designado al frente de la Jefatura de Policía del Departamento Rosario y duraría hasta diciembre de 2020, cuando Sain lo removió por mantener reuniones con dos operadores políticos vinculados con la protesta que se dio en los primeros días de septiembre, protagonizada por familiares de policías en actividad, personal retirado y Apropol.
El cargo llegó entonces a manos de Adrián Forni el 4 de diciembre de ese año, luego de pasar por la jefatura de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Forni sorteó el cambio de ministro luego de que 19 de marzo de 2021 el gobernador le aceptara la renuncia a Sain, en medio de tensos cruces con legisladores de su partido político y opositores. Jorge Lagna quedó al frente de la cartera de Seguridad.
El 23 de mayo Forni falleció por coronavirus y el 11 de junio del año pasado fue designado Luis Maldonado, quien duró en el cargo hasta el 28 de octubre, cuando Lagna anunció desplazarlo tras la masiva manifestación en el Monumento a la Bandera para pedir mayor seguridad y justicia tras el crimen del arquitecto Joaquín Pérez.
Su lugar fue ocupado por la jefa de la Policía de Santa Fe, Emilce Chimenti, quien estuvo en un doble cargo hasta enero último, cuando fue designado Marciani, el octavo jefe designado en la gestión de Omar Perotti. Ahora es el turno del interinato de Governatori.
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