La página web de la revista satírica francesa Charlie Hebdo sufrió ayer ataques de piratas informáticos luego de publicar el miércoles pasado un suplemento especial con una biografía en comic sobre Mahoma. Los piratas saturaron el servidor en el que está alojada la web, de forma que se produce una especie de “atasco” que impide que los internautas accedan al sitio.
La revista, cuya redacción fue objeto de un incendio en 2011 tras publicar una serie de caricaturas de Mahoma, llevó anteayer a los quioscos una biografía del profeta en la que cronistas musulmanes relatan diferentes episodios de la vida del religioso sobre dibujos de Charb, el director de Charlie Hebdo.
Aunque la redacción ha recibido algunas amenazas, algo que la editorial asume como habitual, los hechos no han alcanzado la envergadura que tuvieron en 2011 o del pasado septiembre, cuando esa revista satírica fundada en 1970 incluyó en sus páginas caricaturas de Mahoma desnudo.
Aquellos dibujos volvieron a desatar la ira de los extremistas musulmanes, y el gobierno francés, que se alineó con la defensa de la libertad de prensa pero pidió “responsabilidad” al utilizarla, tuvo que reforzar su dispositivo de seguridad en el extranjero.
La publicación de las caricaturas desató un intenso debate en Francia sobre la libertad de prensa y el uso que de ella deben hacer los medios de comunicación, incluidas las publicaciones satíricas.
Biografía “autorizada”
El editor del semanario, Stephane Charbonnier –Charb–, insiste en que “La Vida de Mahoma”, en cuya portada puede verse a un profeta de aspecto torpe guiando a un camello por el desierto, es un trabajo educativo elaborado por un sociólogo franco-tunecino.
“Es una biografía autorizada por el Islam ya que fue redactada por musulmanes. Es una recopilación de lo que cronistas musulmanes escribieron sobre Mahoma y nosotros simplemente la pusimos en imágenes”, dijo Charbonnier, autor también de las ilustraciones del libro, que se completa con notas académicas. “No creo que los musulmanes más instruidos puedan encontrar nada inapropiado”, dijo Charbonnier.
A pesar de que el editor insiste en que el libro no tiene mala intención y es inofensivo, algunas representaciones del profeta están consideradas como un sacrilegio por los musulmanes.
El miércoles, la portavoz del gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, consideró “difícil juzgar” la publicación del cómic de Charlie Hebdo, ya que no lo había visto.
Sin embargo, dijo: “Estamos en un país donde hay que velar siempre por un equilibrio entre la libertad de expresión y el respeto del orden público” y recordó “la necesidad de no echar más leña al fuego”.
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