La autopercibida cooperativa de taxistas de la Terminal de ómnibus Mariano Moreno dio este lunes, otra vez, la nota de violencia en la disputa de viajes desde el edificio, un negocio que pretende exclusivo. Algunos de sus miembros golpearon a un trabajador del volante colega cuando pretendía estacionar en la dársena sobre calle Santa Fe. Hasta el propio gremio del Sindicato de Peones de Taxis repudió la acción de «taxistas que se creen los dueños» de esas codiciadas paradas, a la par que expuso la inacción del Ente de Movilidad municipal ante hechos similares que se reiteran.
«Estaba sentado fumando en el primer lugar de la fila. Vino uno, me increpó y me pegó un cabezazo. Cuando me quise defender, los otros me agarraron las manos de atrás. Eran como diez», relató el taxista agredido en un video en el cual, además, avisa que hará la denuncia correspondiente.
La presidente del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuk, quien el mismo día se había reunido con el sindicato de taxistas por los déficits del servicio ante la falta de choferes, señaló ante una consulta periodística que ya hace años se cursó una denuncia de «aprietes» en la estación Mariano Moreno ante Fiscalía, con nombres y apellidos de integrantes de lo que no dudó en denominar «mafia de la Terminal». En esa oportunidad, las víctimas mayoritarias de las amenazas fueron choferes mujeres. «Es un grupo muy conflictivo», admitió la concejala del oficialismo. Y agregó que ante la violencia de este lunes volvieron a reclamar que se instalen cámaras de videovigilancia que apunten a las paradas por Cafferata y Santa Fe. Hoy hay en la zona domos (cámaras que se enfocan vía remota) de la Provincia, pero no registran específicamente la zona donde se suben y bajan los pasajeros. Incluso tras el último capítulo de violencia, fuentes oficiales reconocieron que estaban fuera de servicio.
Schmuk recordó que junto a su colega del Palacio Vasallo Fernanda Gigliani redactaron una ordenanza que obliga a la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad a un monitoreo de las paradas conflictivas durante las 24 horas. Lo episodios, igual, se suceden.
La propia Gigliani reprodujo en redes sociales el video de José Luis González, el taxista de 50 años agredido a trompadas alrededor de las 22 de este lunes cuando estaba al volante de su Fiat Siena esperando pasajeros.
“Es lo que pasa casi siempre con los taxistas nuevos que van a la terminal y se encuentran con los del sindicato, unos que tienen la camperita de taxi, que generalmente son los taxistas más viejos”, lamentó José Luis consultado en Radio 2. Agregó que no es la primera vez que tiene conflictos por la parada en cuestión, aunque los anteriores quedaron en amenazas. “Pero anoche se pasaron de la raya”, se quejó.
“Estaba esperando que me toque el turno para salir, había quedado primero y uno que siempre me busca problemas estaba como cinco taxis atrás. Me empezó a gritar, hizo una seña y me dio un cabezazo. Cuando traté de defenderme, otros que están ahí me sostenían los brazos mientras él me pegaba”, reiteró su relato de la secuencia el agredido.
El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Yanotti, también reconoció ante la consulta de LT8 que se trata de «un tema de vieja data» y reclamó que el Ente de la Movilidad se haga cargo de terminar con los «aprietes».
El dirigente del sector recordó que «hay un grupo que se adjudica históricamente la parada y cree que porque hace mucho que está puede hacer lo que quiera.» Y aclaró que esa modalidad de amenazas para tener la exclusividad de la actividad también se da en otras zonas de Rosario.
«Estamos preocupados y vamos a pedir una reunión con el Ente de la Movilidad. Hay un puesto fijo (de inspectores) pero a veces están en otras tareas. Pero el Ente de la Movilidad está ahí arriba (aludiendo a la ubicación del organismo en el primer piso de la Terminal) y podrían bajar de vez en cuando», insistió Yanotti.