Unas 80 personas resultaron heridas, cinco de ellas «de consideración», como consecuencia de la colisión de un tren de la línea Sarmiento en la estación Once, al parecer por sufrir un inconveniente con los frenos, lo que trajo a la memoria el accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012, que terminó con 51 muertos.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, confirmó que fueron 35 personas las derivadas por el operativo de emergencia del SAME y la Policía Federal, cinco de ellas en una situación «moderada» y ninguna «de gravedad». «Cinco de los lesionados son moderados, no hay ningno grave, sino con contusiones y golpes», afirmó Berni en declaraciones a la prensa formuladas en la estación ferroviaria. A esa cifra, con el correr de las horas se sumó la de los pasajeros que se trasladaron a centros asistenciales por sus propios medios.
El funcionario señaló que unas treinta personas «estaban esperando en el andén» y recibieron heridas al producirse el descarrillamiento, principalmente por el estallido de los vidrios.
Los heridos evacuados por el SAME fueron derivados a hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. A través del número 136 del Gobierno porteño se brindará información sobre los nombres de los heridos y dónde están ubicados.
En tanto, el secretario de Prensa del gremio de maquinistas La Fraternidad, Horacio Caminos, confirmó que el motorman de la formación que chocó se encontraba internado en el Hospital Ramos Mejía.
«Estaba delicado, en apariencia no corre riesgo de vida, pero como dicen los médicos el estado es reservado», explicó Caminos, quien detalló que «tiene 45 años y mucha experiencia, venía de trabajar en la línea Mitre».
El impacto de la formación Chapa 5 -que partió a las 6:18 desde Moreno- se produjo a las 7:25sobre la barrera de contención del andén número 2, el mismo en el que hace un año y ocho meses se produjo la mayor tragedia ferroviaria de la historia de la Argentina, con 51 muertos y más de 700 heridos.
Este sábado el panorama fue diferente principalmente porque los vagones de la formación no iban atestados de gente como en aquella oportunidad, en una hora pico donde la mayoría se dirigía al trabajo.
Si bien es víspera del Día de la Madre y muchos viajaban a comprar sus regalos, los testigos y pasajeros admitieron que viajaban sentados y algunos de pie.
Según las primeras informaciones, se habría quedado sin frenos y se «pasó» de la línea de detención por lo que impactó contra las barreras de contención y quedó «subido» al andén.
Testigos del hecho indicaron que hubo «gente atrapada en el segundo y tercer vagón» mientras que señalaron que los frenos del tren «venían fallando desde la estación Ciudadela», seis estaciones antes de llegar a Once.
«Frenaba y largaba y se pasaba de la estación. Al llegar a Once no frenó bien y chocó», explicó uno de los pasajeros en declaraciones a la prensa fuera de la estación, que fue cerrada por la Policía.
Según varios testigos, un grupo de personas intentó «atacar» en la cabina al maquinista -que ya había sido trasladado-, lo que produjo un enfrentamiento con la Policía Federal, que terminó con al menos dos efectivos con heridas.
El SAME se hizo presente rápidamente en el lugar con un amplio operativo de emergencia, con el que se clasificó la gravedad de los heridos para su traslado, incluso algunos siendo atendidos en la calle, fuera de la estación, en una situación que recordó las imágenes de aquel 22 de febrero de 2012.
Además del personal médico, efectivos de la Policía y personal de Bomberos se encontraban trabajando en el lugar donde al menos 16 ambulancias son las que concurrieron al lugar para asistir a los heridos algunos de los cuales fuero trasladados hacia el Hospital Ramos Mejía.
Este accidente se produjo en el mismo andén en el que ocurrió la tragedia de Once que dejó como saldo 51 personas muertas y más de 700 heridos