La Asociación de Pescadores de Alto Verde de Santa Fe realizó este lunes un corte de la ruta nacional 168 que une la vecina capital santafesina con la entrerriana Paraná en reclamo por ayuda ante la falta de ingresos y, frente a la entrada en vigencia de la veda del surubí en jurisdicción santafesina, denunciaron que la especie desapareció de las aguas en manos del extractivismo de los frigoríficos.
Los pescadores artesanales pidieron ayuda estatal ante la falta de su fuente de ingresos. Hicieron un corte sobre el tramo de la autovía 168, a la altura de la Fuente de la Cordialidad en la ciudad de Santa Fe, tras lo cual negociaron con referentes del Ministerio de Producción y acordaron bajar la protesta con la promesa de una semana de diálogo para diseñar una ayuda económica y asistencia alimentaria a través de las áreas de Desarrollo Social, Trabajo y Salud
Los trabajadores del río, enrolados en la Asociación de Pescadores de Alto Verde que contiene a unos 1.500 afiliados y a otros 4.200 matriculados, se pusieron en alerta luego de que, este domingo, comenzara a regir la veda de captura del surubí en Santa Fe, medida que se extiende hasta el 31 de diciembre.
La situación, dijeron, es límite porque debido a la sequía ya no pueden pescar en arroyos, lagunas y afluentes del Paraná.
Paradojas, falta de control y argucias
Los pescadores, ahora, acusan a las industrias frigoríficas de “pagar monedas” por las capturas y explicaron que las medidas oficiales los perjudican sólo a ellos. Los frigoríficos, señalaron, están “blindados, ya que acopiaron todo lo que podían”. “Pensá que esa gente extrajo en estos meses 6.000 toneladas de alimentos y ahora está pidiendo plata para comer porque no hay pescado”, planteó un conocedor del oficial al portal entrerriano ERA Verde.
Ya en abril último, circularon videos sobre la depredación de surubíes aprovechando la desconexión de la mayor parte de las lagunas por la bajante del Paraná. Las imágenes mostraron la captura de cardúmenes enteros atrapados.
Jesús Pérez, uno de los delegados de la Asociación, indicó que “los pescadores del norte de la provincia reciben entre 22 y 25 pesos por la pieza de pescado, mientras que los de otras zonas como Rosario cobran 35 pesos el kilo”. Otras fuentes agregaron que las factorías llegaron a pagar entre 15 y 20 pesos el kilo, arrasando sin control sobre la población de surubí, que no está protegida por un cupo como el sábalo. Sólo tiene un tope de exportación (no de extracción). Por eso, los frigoríficos acopian y luego piden un aumento del cupo de venta bajo la excusa de que la mercadería puede echarse a perder. Con esa argucia, señalan, consiguen año tras año comercializar por encima de lo permitido.
En Entre Ríos, la veda del surubí se extiende desde el 15 de agosto hasta el 15 de marzo.