A tres semanas y un día de asumir como presidente de Brasil, otro escándalo salpica de lleno al gobierno de Jair Bolsonaro. Su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, tenía relación con los dos detenidos el pasado jueves 13 como presuntos implicados en el asesinato de la activista social y concejala Marielle Franco y un prófugo por el crimen.
Se trata de un mayor de la Policía Militarizada, Ronald Paulo Alves Pereira, un teniente de la misma fuerza, que fueron arrestados acusados también de liderar una organización delictiva afincada en el oeste de Río de Janeiro, donde Franco y su chofer, Anderson Gomes, fueron acribillados el 14 de marzo de 2018.
Las detenciones significaron el primer avance en la investigación sobre el asesinato de la concejala del Partido Socialismo y Libertad (Psol) y fueron concretadas por agentes de la División de Homicidios de la Policía Civil.
A una semana de los arrestos estalló el escándalo: el senador Bolsonaro tuvo contratadas como colaboradoras a la madre y a la esposa de uno de los sospechosos del crimen de Franco.
Además, según medios locales, uno de los detenidos, el mayor Alves Pereira, fue homenajeado en 2004 por Bolsonaro hijo cuando era diputado de Río de Janeiro.
En las últimas horas el hijo mayor del presidente de Brasil trató de despegarse de esta última relación con una declaración en la que trató como un «error» el asesinato de Marielle Franco: «Sobre los homenajes prestados a militares, siempre actué en la defensa de los agentes de seguridad pública y ya concedí centenares de otros homenajes. Aquellos que cometen errores deben responder por sus actos», dijo.
Sin embargo la relación más estrecha es la que el senador tiene con un tercer implicado, por ahora prófugo: el capitán retirado del Bope (el cuerpo de élite de la fuerza) Adriano Magalhaes da Nóbrega. Al punto de haberle dado trabajo a su esposa y su madre cuando era diputado.
Con todo, los dos policías detenidos y el prófugo forman parte de una línea de investigación en la que se ordenó el arresto de 15 personas, todas acusadas de pertenecer a una banda criminal dedicada a la compra venta ilegal de inmuebles en la zona oeste de Río.
Además hay sospechas de que los uniformados capturados lideran lo que los medios locales llaman la «Oficina del Crimen», una organización dedicada a cometer asesinatos por encargo.
«No descartamos su participación en el crimen de Marielle Franco, pero no podemos afirmar eso en este momento», declaró en rueda de prensa la fiscal del Ministerio Público, Simone Sibilio.
De igual modo, el nuevo escándalo se suma al que Flavio Bolsonaro viene arrastrando por un caso de corrupción por parte de un ex asesor suyo llamado Fabrício Queiroz.
Hasta ahora el Partido Judicial, que es parte del blindaje que tiene Jair Bolsonaro y uno de las principales pilares de la manipulación electoral que le permitió llegar al poder, ha bloqueado las investigaciones sobre Flavio Bolsonaro.