Claudio Mardones / Tiempo Argentino
La “renuncia temporaria” de la francesa Christine Lagarde a la conducción del Fondo Monetario Internacional desató todo tipo de especulaciones sobre el futuro económico de la administración del presidente Mauricio Macri.
Las dudas se potenciaron por el desembarco de su reemplazante, el estadounidense David Lipton, que ocupa el cargo de subdirector del Fondo desde septiembre de 2011, tres meses después de la llegada de Lagarde.
La mayor preocupación no gira en torno a la relación personal que une a Lagarde con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sino a la negativa de Lipton a permitir que el gobierno argentino utilice parte de los 57.000 millones de dólares para financiar la fuga de capitales y contener la paridad del dólar. Ese permiso finalmente fue otorgado, a pesar de las críticas de Lipton que, desde este martes, tiene en sus manos la conducción del organismo internacional que salvó a Macri del default y del fracaso económico de su gobierno.
“Lagarde arriesgó su reputación en el rescate de Argentina, y se invirtió personalmente en su éxito. Pero dado el tamaño extraordinario del préstamo, el más grande en la historia del FMI, existe un compromiso institucional con la relación con Argentina”, opinó, en diálogo con Tiempo, el ex diplomático e investigador del Woodrow Wilson Center Benjamin Gedan para explicar que quizás no haya cambios en la política del Fondo, aunque la apuesta no deja de ser muy riesgosa, porque “otro fracaso del FMI en Argentina sería un gran agujero negro para el Fondo”.
“Además, aunque Lagarde ha sido un aliado clave para Argentina, la Casa Blanca tiene una influencia tremenda en el FMI, y podría ayudar a garantizar que el sucesor de Lagarde continúe mostrando flexibilidad en sus tratos con la Casa Rosada”, vaticinó Gedan, desde Washington, en referencia al rol que podría tener Lipton, un economista muy ligado al Partido Demócrata de los Estados Unidos, que trabajó como asesor de los presidentes Bill Clinton y Barack Obama.
“Por ahora, cualquier director gerente del FMI estaría satisfecho con Argentina. Aunque la inflación sigue siendo alta y el crecimiento es bajo, el gobierno ha cumplido los objetivos presupuestarios del FMI, incluso a un gran costo político”, consideró este ex diplomático, que es docente de la Universidad John Hopkins y se desempeñó como economista del Departamento del Tesoro para América Central y el Caribe, también bajo la administración de Obama, que luego lo designó como director para América del Sur del Consejo de Seguridad Nacional, un comité que reporta directamente a la Casa Blanca.
Por sus antecedentes, Lipton es considerado “un ortodoxo”. Entre 1993 y 1998 se desempeñó en el Departamento del Tesoro, bajo la administración de Clinton, pero comenzó su carrera profesional en el Fondo y se ocupó en “cuestiones relacionadas con la estabilización económica en los países pobres y de economías emergentes”. Un paso previo a dos funciones clave que tuvo en Wall Street, primero en el fondo de inversión Moore Capital Management y luego como director gerente del Citi, como titular de la sección de “Gestión Mundial del Riesgo País”, una especialidad que lo llevó a presidir el comité global en esa materia del Citi.