Cuando la Justicia lo empezó a investigar por corrupción, Rafael Grau era el jefe de la Policía de Santa Fe. Su mandato terminó en marzo de 2016 con su retiro de la fuerza. Ayer, se lo llevaron esposado desde el interior de su casa de la Capital provincial por orden del fiscal Roberto Apullán, quien también hizo detener a dos policías en actividad de alta jerarquía. Los tres serán imputados hoy por asociación ilícita y defraudaciones contra la administración pública por una maniobra relacionada a la reparación de patrulleros, por la que hay otras cinco personas bajo la mira. La detención de Grau profundiza la crisis que en los últimos días golpea fuerte a la institución policial: sólo en lo que va del mes, cincuenta agentes rosarinos fueron encarceladas por tres muertes investigados como desaparición forzada y gatillo fácil, mientras que otro medio centenar de uniformados quedó a un paso del banquillo como acusados por fraudes con el dinero de las horas extra (Ospe).
La Fiscalía de Santa Fe informó que las detenciones de ayer se dieron en el marco de una causa que comenzó en 2016, con la investigación del Departamento de Logística (D-4) de la Unidad Regional I. Ese año, Apullán solicitó una serie de allanamientos en talleres mecánicos y oficinas públicas de la Jefatura tanto en Rosario como en la Capital provincial. El origen de esa inspección, según la Fiscalía, fue una denuncia anónima que habría llegado al despacho del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, sobre contrataciones para reparar automóviles de la fuerza y ploteos, que nunca se efectuaron. En los allanamientos secuestraron diez móviles que fueron peritados por Gendarmería Nacional para ver si habían tenido alguna intervención mecánica: la mitad no había sido reparado. Tras esos resultados, conocidos a mediados del año pasado, la causa continuó en silencio, hasta ayer, con la detención del ex jefe provincial, que efectivizaron agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Además de Grau (el segundo jefe de Policía provincial preso tras Hugo Tognolli en 2012) fueron detenidos Ariel Villanueva (quien al momento de los hechos tenía a cargo la jefatura de Policías) y José María Leiva, a cargo del departamento de Logística. Ayer también se ordenó la detención de otras cinco personas, entre ellas el titular de un taller mecánico que habría sido el utilizado como pantalla para hacer figurar reparaciones inexistentes de los móviles policiales, y a quien se le adjudicaría el liderazgo de la asociación ilícita.
Pullaro dijo ayer en conferencia de prensa que “no era una decisión fácil de tomar porque vinculaba a la plana mayor de la Policía” y agregó; “Acá hay que dar un mensaje muy claro: que caiga quien tenga que caer”.
El 4 de septiembre, 31 policías santafesinos, entre ellos el jefe de Asuntos Internos Aníbal Candia, fueron detenidos por la desaparición forzada de Franco Casco hace tres años, por orden de la Justicia federal. Días después, otros 18 agentes rosarinos quedaron tras las rejas por orden de un juez provincial, imputados de “fusilar” a David Campos y Emanuel Medina hace tres mes, y encubrir el doble crimen como un falso enfrentamiento. En los próximos días, 40 uniformados santafesinos serán acusados de defraudación y falsificación, por un fraude vinculado a las horas Ospe (adicionales o extra).
¿Y tognoli?
El juicio oral al ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, se reanudará hoy ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF) Rosario. Tognoli y sus subordinados Carlos Quintana y Néstor Fernández están acusados de brindar protección a Carlos “Vasco” Ascaíni, sindicado cabecilla de la banda que vendía estupefacientes en el departamento General López. Este segundo juicio contra el ex jefe de Policía tiene otros tres procesos que suman 27 imputados. En octubre de 2015, Tognoli ya había sido condenado a seis años de prisión por coacción, encubrimiento de un narco e incumplimiento de los deberes de funcionario público.