Ayer se desarrollaron los alegatos en un juicio que se lleva adelante en los Tribunales federales contra cinco personas acusadas de traficar estupefacientes. Como parece un clásico durante los últimos años, el principal imputado, un doble ex convicto por la ley de drogas, planteó que le armaron la causa. En su caso, según aseveró, había denunciado ante la ex jueza federal Laura Cosidoy la relación entre un grupo de policías de la ex Drogas Peligrosas provincial y las estructuras del narcotráfico local y, llamativamente, fueron esos mismos uniformados los que definieron que fuera preso en un oscuro operativo. En ese marco, la Fiscalía pidió condenas para los cinco encausados, mientras que la defensa solicitó la nulidad del procedimiento, basada en que nunca quedó claro cómo llegó la Policía hasta un auto donde, según quedó asentado, se trasladaba la droga incautada. En concreto: “Una cama en la que la Justicia actuó como auxiliar de la Policía”.
Los imputados que llegaron a juicio son Juan José Muga, su hijo Nahuel, César Ponce, Mario De Lucca y Leandro González, quienes están imputados por distintos grados de participación en el tráfico de estupefacientes. El principal acusado es Muga padre, representado por los defensores oficiales Carlos Zurcher y María Jimena Sendra. En la audiencia celebrada ayer, el abogado fundamentó su pedido de nulidad del proceso y leyó la acusación que su cliente realizó ante la ex integrante del Tribunal Oral Federal Nº 1 Laura Cosidoy, en la que aseguraba que un grupo de policías provinciales tenía estrecha relación con gendarmes que cumplen funciones en la localidad misionera de Posadas y con narcos locales.
Muga es originario de Posadas y tiene dos condenas por narcotráfico. El acusado asegura que en 2012 los policías santafesinos le plantaron 43 kilos de marihuana por una venganza. Zucher dio ayer los nombres de los integrantes de la Policía antinarcóticos que según Muga “manejan el narcotráfico” en la ciudad, muchos de los cuales fueron detenidos por sus vinculaciones con la banda de los Monos, y otros que aún están en actividad. Dijo también que su cliente fue arrestado casualmente después de reunirse con la entonces jueza Cosidoy, de quien sospecha Muga que filtró esa información a los uniformados acusados, según declaró.
Muga fue detenido en Rosario con otras cuatro personas con 37,5 kilos de marihuana en un Chevrolet Corsa en que se trasladaban y otros cuatro kilos le fueron incautados en un galpón, el 18 de septiembre de 2012, según dejó asentado la Policía. Zurcher dijo que su defendido declaró un día después de ser detenido (es decir el 19 de septiembre de 2012) que él había entregado “informes a la jueza Cosidoy” con nombres de efectivos involucrados en el tráfico de drogas. Apuntó en forma concreta al “cabo Bael que con su cuñado Luis Medina manejan el narcotráfico”, en relación con el empresario asesinado en diciembre de 2013 junto con su novia, Justina Pérez Castelli, en el acceso sur. Y recordó que la ex magistrada le pidió además “una lista de policías de Santa Fe” involucrados. El hombre lo hizo y dijo haber anotado: Cristian Floiger, Guillermo Cardini, Gustavo Pereyra, Juan Marcelo Maciel, Ángel Abaca (todos involucrados en la megacausa Monos), Gustavo Spoleti, Oscar Romero, Fernando Romitti, Alejandro Franganillo y Gonzalo Paz. Estos últimos cinco llegaron a ser jefes de Drogas en el sur santafesino y en el caso de Romitti fue titular provincial de la repartición. Según Muga, todos ellos tenían “estrecha vinculación” con Luis Medina.
Muga contó en la audiencia del jueves pasado que se trata de personal de Inteligencia de la ex Drogas Peligrosas de la Policía de Santa Fe, pero también de la Policía Federal de Buenos Aires y de la Gendarmería, que iban a Corrientes y Misiones e ingresaban al Paraguay “como compradores de droga”. En concreto, dijo que los mismos policías que él había acusado ante Cosidoy fueron los que lo detuvieron. Un detalle que no parece desechable es que se hizo una verificación de los contactos entre un celular que tenía Muga y una línea que pertenece a Cosidoy. La constatación señaló que las comunicaciones existieron, según se ventiló en las audiencias.
Los efectivos de Drogas Peligrosas dijeron que el motivo para detener a Muga fue que el conductor del Corsa “aceleró” y que los ocupantes del auto «miraban para atrás», algo llamativo, teniendo en cuenta que el auto en el que se movían los sospechosos tenía los vidrios polarizados. Los que hicieron el procedimiento eran subordinados directos de Paz y Romitti, dijo Muga. En el acta no figura que estos dos estuvieran allí, pero en el juicio los testigos policiales dijeron que ambos superiores llegaron después. De hecho, fue luego de que los testigos civiles señalaran que los vehículos policiales no eran dos sino cuatro.
“En la pericia que se hizo surge que yo tuve varias conversaciones con la doctora Cosidoy antes de que a mí me armaran la causa esta los policías de Santa Fe. Y sugestivamente yo le cuento a la doctora Cosidoy que los policías Romitti, Paz y Romero eran los narcos de Rosario. Y eso se filtra llamativamente, los policías se enteran y me arman la causa esta. Todo mucha coincidencia. Y no es por coincidencia sino porque para que haya droga tiene que haber policías y una jueza”, dijo el jueves pasado Muga.
Ayer los defensores pidieron la nulidad del proceso por todas las irregularidades denunciadas. Sendra aseguró que el operativo comenzó a las 15 por una denuncia anónima de la que nunca se precisó el origen y que recién se informó al juez a las 22.30, después de las detenciones y el secuestro de la droga. Es decir, sin conocimiento ni órdenes del juzgado. Y agregó que se trata de “una matriz repetida”. “La Policía se condujo de forma absolutamente autónoma. Dirigió a su antojo el accionar y no como auxiliar de la Justicia; sino que la Justicia fue auxiliar de la Policía”, señaló.
En tanto, la fiscal de juicio Adriana Saccone pidió que se condene como coautor de transporte de estupefacientes a Juan José Muga, quien ya tiene una sentencia firme de junio del 2014 en Misiones a una pena unificada de 7 años y 3 meses de cárcel. Para De Lucca solicitó 5 años y seis meses por la misma figura, igual tipificación que eligió para pedir un lustro para Nahuel Muga y César Ponce. En cambio, para Leandro González solicitó cuatro años por tenencia con fines de comercialización. El miércoles próximo los magistrados Omar Digerónimo, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Barabani dictarán sentencia.
