Anteayer se desarrolló una audiencia de habeas corpus preventivo en favor del adolescente DAS, de 16 años, quien desde junio pasado recibe permanente acoso y violencia institucional de parte de agentes policiales, según denunció al presentar el recurso el titular de la defensa pública provincial, Gabriel Ganón. El caso es similar al de B.F., adolescente que padece hostigamiento policial en la zona sudoeste y por quien en mayo pasado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dio curso a una medida cautelar.
Durante la audiencia de anteayer, Ganón relató que el 21 de octubre pasado la madre del adolescente informó a la defensa pública que el joven era nuevamente víctima de persecuciones, malos tratos y amenazas por parte de empleados la subcomisaría 2ª, en el barrio Nuevo Alberdi.
La madre del adolescente, entonces de 15 años, relató que aproximadamente el día 20 de septiembre de este año, personal dependiente de la mencionada seccional volvió a hostigar, perseguir y amenazar a DAS en más de tres ocasiones, violando una vez más no sólo normativa constitucional, nacional y provincial, pactos internacionales de Derechos Humanos sino también una resolución judicial dictada el 22 de junio último, en el marco de un habeas corpus presentado y denunciado por Ganón en favor del chico.
EL 20 de septiembre a las 11 de la mañana DAS se trasladaba en una moto con su madre por Nuevo Alberdi. Regresaban del supermercado Día, cuando en ese momento escucharon que dos policías de la subcomisaría 2ª le gritaron al adolescente, en un tono muy agresivo y amenazante: “Ey –lo llama por su apellido–, ¿todo bien?”, a lo que él responde: “Sí, todo bien, ¿por qué”? Finalmente el efectivo le retruca: “Mejor así”, levantando su pulgar. La mamá del chico quedó preocupada debido a los problemas previos que tuvo su hijo con los agentes de la mencionada comisaría.
El otro episodio comentado por la madre de DAS data del mes de octubre. Ese día, el adolescente salió de su casa acompañado de su novia y fueron a comprar cigarrillos al quiosco. En ese instante dos policías se le acercaron y comenzaron a interrogarlo, le exigieron sus documentos, intentaron requisarlo y lo indagaron acerca de si estuvo alguna vez detenido y en qué comisaría. El joven mencionó que uno de los agentes era mujer y que lo provocó e insultó a los fines de que reaccionara y pudiera llevárselo detenido. DAS, no respondió a las agresiones de los oficiales.
El tercer episodio ocurrió el sábado 15 de octubre. En aquella ocasión DAS y su novia regresaban de La Florida. En Baigorria y Darragueira observaron cómo un móvil del Comando Radioeléctrico comenzaba a perseguirlos. En el instante en que ellos pararon dos policías bajaron del móvil y les solicitaron los papeles de la moto. Uno de los agentes mencionó al adolescente con nombre y apellido y le consultó qué estaba haciendo por allí. Al mismo tiempo lo amenazó manifestándole que se cuidara porque lo estaban “vigilando”.
El último hecho relatado por la madre se produjo al día siguiente, durante el día de la madre. DAS se dirigía junto a su cuñado a una zapatería ubicada por calle Baigorria, a la altura de Parque Field. Allí fueron detenidos por un móvil policial de la subcomisaría 2ª. El vehículo se atravesó frente a los jóvenes que transitaban en moto obligándolos a detener su marcha. Los empleados policiales bajaron del auto solicitándoles los papeles de la moto, sus DNI y les consultaron sobre qué estaban haciendo allí. Cuando se dirigió a la víctima en cuestión uno de los oficiales le esperó: “Especialmente vos DAS, que tenés el tiempo contado”. Luego de la advertencia, los funcionarios removieron de la moto el capuchón de la bujía, haciendo que el rodado dejara de funcionar.
La madre del adolescente sabe que con el dicho mencionado hacían referencia a que el 1º de noviembre su hijo cumplía 16 años. Ella relató también que, en una oportunidad, un policía de la subcomisaría 2ª amenazó al chico diciéndole: “No vayas a querer jugar conmigo que no tengo 15 años y sabemos bien que dentro de unos meses cumplís 16 y no salís más: vas a parar al Irar”.
Este habeas corpus preventivo fue interpuesto el día 21 de octubre y su audiencia recién fue realizada anteayer. Previo a ello, el defensor provincial debió insistir con su realización mediante la interposición de dos prontos despacho, el 8 y el 10 de noviembre.
Sin embargo, el pasado jueves la madre del joven relató a la defensa pública que DAS había sido detenido durante la mañana por personal policial. Luego fue liberado. De todos modos anteayer volvió a ser detenido por personal de la subcomisaría 2ª y luego derivado a la seccional 30ª.
“Este hecho denota una gravedad inusitada ya que una de las amenazas permanentes que le realizaban los policías al joven estaban vinculadas con su edad y el hecho de ser punible cuando cumpliese los 16 años”, sostuvo la defensa pública en un comunicado.
“La organización y distribución de las audiencias están a cargo de la Oficina de Gestión Judicial (OGJ), siendo la responsable de la administración de las mismas. Pareciera ser que un caso de hostigamiento y acoso por parte de agentes policiales no entra en el criterio de inmediatez y gravedad que suscita el caso aquí traído a colación”, añade el texto. “Siendo la encargada de convocar la misma, la OGJ tampoco notificó ni a los representantes de la subcomisaría 2ª, ni los agentes del Comando Radioeléctrico”, sostiene el Servicio Público de la defensa.
El juez Luis María Caterina resolvió al finalizar la audiencia requerir al Ministerio Público de la Acusación que evitara la participación de la subcomisaría 2ª en cualquier causa y por cualquier motivo relacionado con el adolescente DAS y su madre. También decidió convocar a la mayor brevedad posible al jefe de Unidad Regional II de Policía, a los representantes de la subcomisaría 2ª y del Comando y al asesor del Juzgado de Menores N° 3. Y solicitó informes al servicio 911, Comando y la mencionada seccional, además de pedir que se le hiciera saber al Juzgado de Menores N° 3 que el adolescente DAS se halla alojado en la Comisaría 30ª.