El tenis argentino, después de que Federico Delbonis y Guido Andreozzi abrieran el domingo Roland Garros con sendos triunfos, continúa su camino perfecto: Diego Schwartzman y Marco Trungelliti también saltaron el primer obstáculo.
Otros dos argentinos, Guido Pella y Horacio Zeballos, podían clasificarse también este lunes, pero la lluvia interrumpió sus partidos y obligó a reprogramarlos para el martes, cuando los jugadores albicelestes se habían adelantado en el marcador, lo que invitaba al optimismo.
Todo parece por ahora funcionar a la perfección para el tenis argentino, que sigue conteniendo el aliento a la espera de saber si su gran estrella, Juan Martín Del Potro (número 6 mundial) puede finalmente jugar el miércoles en la primera ronda contra Nicolas Mahut.
La Torre de Tandil llega al torneo recuperándose contrarreloj de la lesión en un aductor que le obligó a abandonar hace diez días en Roma y todavía no despejó la incógnita sobre su participación.
Diego Schwartzman, duodécimo del mundo, tuvo un fácil primer partido en este Roland Garros: 6-1, 6-3 y 6-1 contra el francés Calvin Hemery.
Schwartzman cumplió por lo tanto los pronósticos ante un jugador de 23 años que participaba con una invitación (wild card) de los organizadores y en la segunda ronda se enfrentará al checo Adam Pavlasek (185º).
«No es fácil saltar a la cancha sabiendo que tienes un partido con muchas chances de ganar y accesible. Hice un gran partido, sin grandes errores. Me mantuve concentrado y lo hice muy bien», declaró en conferencia de prensa después de su buen debut.
El tenista bonaerense de 27 años nunca superó la tercera ronda en Roland Garros, pero en los últimos torneos del Grand Slam fue cuartofinalista en el Abierto de Estados Unidos y llegó a octavos en el Abierto de Australia.
Trungelliti, la estrella inesperada
Si un argentino se ganó los focos de la prensa internacional este lunes fue Marco Trungelliti (190º) tras la odisea que vivió para poder jugar este lunes en París, donde además ganó al australiano Bernard Tomic (206º del ranking) por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4.
Trungelliti había perdido el jueves en la última ronda de las clasificaciones contra el polaco Hubert Hurkacz, por lo que había quedado fuera del cuadro principal.
Al conocer el domingo la baja de Kyrgios, el jugador argentino fue llamado y tuvo que viajar de urgencia en coche desde Barcelona con su familia para llegar por la noche a París, a tiempo de firmar a primera hora de la mañana la lista de lucky losers (jugadores repescados) y poder estar en su tercer Roland Garros, donde en segunda ronda jugará contra el italiano Marco Cecchinato (72º).
«Fue un buen viaje, bonito. Conduje unas horas, que es algo que me gusta, pero fue mi hermano quien llevó el volante más tiempo», contó Trungelliti en una sala de prensa llena, hablando sobre los mil kilómetros que hizo en un auto de alquiler con su hermano André, su madre Susana y su abuela Dafne, de 89 años.
Trungelliti, de 28 años, llegó a la segunda ronda siempre que pudo entrar en el cuadro principal de un torneo del Grand Slam, tanto en Australia en 2016 como en Roland Garros en 2016 y 2017.
En la cita parisina de hace dos años había incluso dado la sorpresa al eliminar de entrada al croata Marin Cilic, actual cuarto jugador mundial y entonces décimo cabeza de serie.