Un cabo de la Policía provincial fue condenado a 3 años de prisión en suspenso y 5 de inhabilitación especial por coimear a un joven que tuvo un accidente con la moto. El hecho se registró en septiembre de 2013 en la comisaría 11ª. En su defensa el uniformado sostuvo que encontró 300 pesos debajo de la documentación del rodado que la víctima le entregó para retirarla y, “ante la duda de no saber de quién era, lo guardé en mi bolsillo” afirmó el hoy condenado y aclaró que si alguien la reclamaba la devolvería.
Pero esos billetes estaban marcados por Asuntos Internos y luego de una entrega controlada Alberto Eduardo Núñez fue detenido. Ahora deberá purgar la pena dictada por el juez de sentencia Ismael Manfrín.
El 7 de septiembre de 2013 Cristian tuvo un accidente en zona sur con una moto Guerrero que fue secuestrada por la Policía. El rodado quedó a resguardo en la comisaría 11ª. Tres días después, el joven fue a retirar la moto aunque el uniformado que lo atendió le dijo que si quería recuperarla tenía que darle 400 pesos. El pedido se reiteró en una segunda ocasión, por lo que la víctima realizó la denuncia ante la Dirección de Asuntos Internos que organizó una entrega controlada del dinero con billetes de 100 marcados.
Cuando la víctima regresó el 11 de septiembre a la comisaría con el dinero, Núñez – que llevaba 8 años en la fuerza– lo esperaba en una oficina, según relató. Allí le dijo que no había logrado juntar todo el dinero y que tenía 300 pesos que el policía aceptó y le entregó el rodado. Cuando el joven salió de la dependencia, ingresó personal de Asuntos Internos que encontró en el bolsillo del uniformado los 300 pesos marcados y Núñez marcho preso.
El caso llegó al juez Ismael Manfrín, quien condenó al uniformado por el delito de concusión. Para ello evaluó no sólo el testimonio de la víctima sino además de los policías que participaron en la entrega de billetes y de un amigo de la víctima, ante quien Núñez le pidió la plata. A ello Manfrín sumó que el policía no tenía facultades para entregar la motocicleta, tampoco comprobó que las pericias sobre la misma se hayan realizado, a lo que sumó la situación de flagrancia en la que fue detenido y el señalamiento informal de la víctima al momento del traslado del acusado. El juez entendió como distante de toda lógica la supuesta entrega de la moto “porque el denunciante estaba ofuscado”, más aún cuando el cabo contaba con 8 años en la fuerza. A lo que sumó la justificación del secuestro del dinero lo que no hizo más que confirmar que lo llevaba encima, por lo que el juez llegó a la certeza de que Núñez cometió el delito.
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