Un hombre de 54 años fue procesado por participar en el feroz ataque a la adolescente Rocío Daiana Gómez, su madre y su padrastro ocurridos en febrero de 2011 en una vivienda de zona norte. El acusado había sido detenido junto al principal sospechoso del caso y procesado por encubrimiento, aunque luego la madre de la víctima lo reconoció en una foto agregada al expediente como uno de sus atacantes. Con estos nuevos elementos el Juzgado de Instrucción 14ª procesó al “Gordo” por privación ilegítima de la libertad doblemente calificada por uso de violencia, amenazas y/o venganza y por el uso de armas de fuego, lesiones, robo calificado por uso de armas de fuego y dispuso su prisión preventiva, por lo que permanecerá tras las rejas mientras se tramite el juicio.
Daiana Gómez tenía 17 años y un pequeño hijo llamado Kevin. La adolescente había vivido con el presunto padre de su hijo identificado como Juan José Lazo en Valle Hermoso al 1200, donde el hombre tenía una granja, pero por distintas desavenencias la chica volvió a la casa de su madre. El 26 de febrero de 2011 el hombre le mandó un mensaje de texto a la víctima invitándola al shopping para ver a su hijo y la chica accedió. Al otro día su mamá Norma recibió un mensaje de su hija donde le requirió que llevara una moto que Lazo, alias Pijuán, le iba a comprar.
La mujer –junto a su pareja– llevó el rodado al domicilio del hombre. Allí fueron recibidos por Pijuán que estaba junto a su hermano y otros 2 hombres, un tal Jona y el Gordo, refirió la mujer. Una vez en el interior de la casa la pareja fue atacada a golpes, atada y, según Norma, ella y su hija fueron lastimadas y abusadas, hasta que en horas de la noche la mujer y su concubino fueron liberados, aunque no volvió a ver a su hija y su nietito. El pequeño fue hallado en mayo de 2011 en las afueras de San Nicolás. Mientras que los restos óseos de la joven fueron hallados a principios de agosto en un terreno abandonado en Martín Fierro al 600.
Juan José Lazo fue detenido en septiembre de 2011 junto a otras ocho personas en allanamientos realizados en Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez. Y en noviembre la jueza María Laura Sabatier dictó el procesamiento de Pijuán y de Jonathan V., alias Joni, por los delitos de privación ilegítima de la libertad doblemente calificada por uso de violencia, amenazas y/o venganza y por el uso de armas de fuego, lesiones, robo calificado por uso de armas de fuego y abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego. Por su parte otras seis personas de entre 18 y 53 años fueron acusadas de encubrimiento agravado.
Pero la causa tuvo un vuelco cuando un abogado del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) que asiste a Norma Gómez solicitó una ampliación de la declaración de la mujer, ya que mientras hojeaba el expediente identificó a uno de los agresores, a quien mencionó como El Gordo, quien había estado detenido por encubrimiento en el caso.
Es que Norma no lo había vuelto a ver luego de febrero. El hombre fue detenido y sometido a una rueda de reconocimiento que resultó contundente. “Es el que llamaban Gordo, estoy segura, no me puedo olvidar la cara”, refirió la mujer, quien tras señalarlo rompió en llanto, relata el fallo.
Entonces la magistrada dispuso un nuevo procesamiento para Héctor Raúl V., alias Gordo, aclarando que no fue investigado en su momento por su participación en el delito porque no existían por entonces elementos que lo incriminaran. Y agregó que la decisión se basó no sólo en el testimonio de la mujer sino también en las lesiones constatadas, el hallazgo del niño y del cadáver de Rocío.