Un nuevo sismo sacudió a Japón. Fue de 7,1 en la escala de Richter con epicentro en la costa este del país, al sur de la provincia de Fukushima, donde evacuaron la central nuclear por precaución. Hubo alerta de tsunami, pero fue desestimada poco después.
Un mes después de la tragedia, en todo el país se ha guardado un minuto de silencio a la hora exacta en la que ocurrió, mientras en Fukushima se sigue luchando para controlar el desastre nuclear. Y con motivo de este aniversario, Masataka Shimizu, presidente de la compañía gestora de la central nuclear, Tokyo Electric Power (Tepco), se encuentra en la zona de la catástrofe para pedir perdón a todos los afectados por la situación. Sin embargo, según informa la agencia de noticias local Kyodo News, el gobernador de la provincia, Yuhei Sato, se ha negado a recibirle.