Un fuerte sismo de 6,1 grados en la escala de Richter, según el Instituto Geofísico de Estados Unidos, sacudió ayer a la mañana Haití, ocho días después del devastador terremoto que dejó decenas de miles de muertos. En tanto, continúan las tareas de rescate y sigue llegando ayuda a esa parte de la isla, aunque se mantienen las dificultades en la distribución de agua y alimentos.
“Se produjeron reacciones de pánico, pero hasta el momento no hay noticias de otros muertos”, sostuvo el cónsul honorario de Italia en Haití, Giovanni De Matteis.
El Instituto Geofísico estadounidense informó que el sismo, que provocó derrumbes y pánico en la población, tuvo epicentro a 9,9 kilómetros de profundidad, casi 60 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe y a 40 de Jacmel, en la zona de Petit Goave, área devastada por el terremoto del 12 de enero.
“Hay sirenas en todas partes pero no tengo información sobre daños o posibles víctimas”, dijo desde Petion Ville Janina Niemietz, de la organización de ayuda humanitaria Help.
En tanto, en las últimas horas se produjeron varios rescates milagrosos de las ruinas de Haití al ser encontradas con vida más personas, pese a que a más de una semana del terremoto esa posibilidad estaba casi descartada. Las más asombrosas fueron las de una beba de 23 días que estaba bajo las ruinas de una casa de Jacmel, en el sur del país, y la de un nene de 5 años.
Ambos sobrevivieron ocho largos días sin agua ni comida, algo aún inexplicable para los médicos. Según anunció ayer la radio France Inter, la beba –Elisabeth– fue rescatada tras siete horas de trabajo de los socorristas franceses. La pequeña se encuentra en buen estado de salud. Según contó la madre de la nena, el cuerpito de Elisabeth habría quedado protegido por un muro que se desplomó al colapsar la vivienda.
El otro caso sorprendente es el de un nene de sólo 5 años, quien pudo sobrevivir bajo los escombros de su casa, donde quedó tras el devastador terremoto. Se encontraba deshidratado y con fuertes rasgos de desorientación. Según la cadena estadounidense CNN, el pequeño fue recuperado de un pequeño hoyo en las ruinas de su casa, donde se cree que murieron sus padres. Ahora se está recuperando lentamente.
Anteayer, tres sobrevivientes fueron rescatados de entre las ruinas, incluyendo una mujer de 25 años entre los escombros de un supermercado y una mujer de 70 años que se puso a cantar cuando fue removida de las ruinas de la catedral de Puerto Príncipe.
Un vocero de las Naciones Unidas en Ginebra dijo ayer que las brigadas de rescate internacionales salvaron de los escombros a unas 121 personas desde el sismo, ocurrido el martes de la semana pasada.
Mientras tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó ayer que 370 mil personas permanecen en 300 campamentos instalados en Puerto Príncipe, donde es al menos insuficiente el acceso al agua.
“Barrios enteros fueron evacuados, en la ciudad permanecen los más pobres entre los pobres, pero mucha gente dejó Puerto Príncipe, la gran mayoría partió hacia otras ciudades donde se encuentran familiares o amigos”, dijo el jefe de la misión de la OIM, Vincent Houver.
Por su parte, el presidente haitiano René Preval aseguró ayer que “las ayudas internacionales son rápidas”, pero admitió a Radio Francia Internacional que el “problema es la coordinación”.
En tanto, la ONG World Vision expresó su preocupación por la falta de combustible, ya que sus voluntarios tienen reservas para dos o tres días, lo que puede convertirse en un obstáculo severo a las tareas de ayuda. La organización advirtió que decenas de miles de personas “no tienen acceso a los servicios sanitarios y el hedor está inundando la ciudad”, donde “el acceso al agua, alimento y curas médicas es limitadísimo”.
Por su parte, Jacques Lorblanches, de Médicos del Mundo, advirtió que muchos de los heridos llegan con procesos infecciosos que hacen inevitables las amputaciones.
Y mientras sigue ingresando ayuda humanitaria a Haití la portavoz de la Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU, Stephanie Bunker, dijo que la organización está “preocupada” porque se recibió hasta la fecha sólo el 22 por ciento de los 575 millones de dólares de ayuda pedidos por la organización.
“EE.UU. hizo una ocupación militar”
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo ayer que pedirá una reunión de emergencia de Naciones Unidas para “rechazar” la “intervención militar” estadounidense en Haití a la que calificó de “inhumana, salvaje y oportunista”.
“Vamos a pedir a la ONU que haya una reunión de emergencia para repudiar, rechazar, esta ocupación militar de Estados Unidos hacia Haití”, enfatizó. Morales consideró que la ayuda, con rescates y atención de víctimas, “no se hace militarmente”, pues Haití “no quiere más sangre. Si quieren sangre es para salvar vidas”. Evo dijo que espera “que los pueblos del mundo” se pronuncien y rechacen “este uso abusivo” de recursos económicos “del pueblo estadounidense” para financiar “una intervención militar”.