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Otros 200 empleados pueden quedar en la calle en el Cordón

La procesadora de granos de soja Buyatti opera alquilando planta y operarios a terceros. El único contrato que le quedaba vence el 31 de marzo y no encuentra nuevos socios. Los trabajadores están suspendidos y cobran entre el 70 y 80% de sus sueldo

Otro peligro más en ciernes para los asalariados del Cordón Industrial. Los ingresos de los alrededor de 200 trabajadores de la cerealera Buyatti, ubicada en la ciudad de Puerto General San Martín penden de un hilo porque el 31 de marzo vence el único contrato que tiene la firma para seguir operando y en una reunión con el sindicato de Aceiteros de este martes no apareció una solución en el horizonte. La empresa licenció con una reducción salarial de entre el 20 y el 30 por ciento a sus empleados a principios de mes, y está parada. La semana próxima, si no hay un socio.

Buyatti opera desde 1985 pero desde 2002 trabaja a fasón: alquila la planta y el trabajo de su personal a otras empresas para la producción de aceite, lecitina y harina de soja. Tiene una capacidad de molienda de 3.300 toneladas de granos de soja. El único contrato que mantiene hoy es con Molinos Cañuelas, vence el último día de marzo y no se renovará.

El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) mantuvo la semana pasada una reunión con el directorio de la empresa pero todo fueron malas noticias. Los accionistas de Buyatti explicaron que buscan un nuevo «socio» que les alquile las instalaciones, pero no es fácil: la sequía atenta contra el volumen de la cosecha gruesa y disminuye el volumen de materia prima para procesar. Varias cerealeras, incluso, no necesitan sus servicios porque tienen capacidad ociosa en esta coyuntura. La firma de Puerto San Martín, además, es la única de su tipo que no tiene puerto para movilizar la producción, lo que lo hace poco tentadora para operar por parte de terceros. Los empresarios le habían propuesto a principios de marzo al gremio un mes sin conflictos para armar nuevos negocios. Ese plazo vence, también, el sábado de la semana próxima. No obstante, el titular de Soea, Pablo Reguera, admitió ante una consulta de El Ciudadano que podrían aceptar otro lapso de paz social con el eje puesto en el mantenimiento de los puestos de trabajo. Lo que está en riesgo, además de los 200 empleados que hoy permanecen en sus casas cobrando entre el 70 y el 80 por ciento de sus salarios, que en promedio están en 29 mil pesos, es el ingreso de otras 50 familias que dependen de la procesadora.

Hace unos días, Buyatti emitió un comunicado con el que intenta restar dramatismo a la coyuntura. «En el caso particular de la planta aceitera de Puerto San Martín, en donde procesa semillas de soja desde 2001, viene trabajando ininterrumpidamente bajo la modalidad de fasón a terceros, habiéndose dado a través del tiempo, cambios de clientes según las necesidades y circunstancias del mercado», recuerda el texto para luego afirmar que se encontrará una solución a un momento «extremadamente competitivo» en el que «la capacidad de procesamiento  de soja supera los volúmenes proyectados para la próxima cosecha».

 

 

 

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