El marcador lateral derecho de Rosario Central Pablo Álvarez, quien no se entrenaba con el plantel profesional desde hace más de un mes por un problema familiar, volverá a practicar el lunes próximo, dado que su esposa fue operada con éxito de un tumor en la ciudad de Buenos Aires, donde permanece internada.
«Estuvimos hablando con Pablo cuando fuimos a verlo a Buenos Aires y, gracias a Dios, su mujer fue operada con éxito de un tumor que no se ramificó. Cómo son las cosas: fue a operarse de una peritonitis y le encontraron un tumor, pero ya está bien y Álvarez volverá a practicar con nosotros el lunes», adelantó a Télam un dirigente auriazul, que integró la delegación canalla que visitó a Defensa y Justicia.
«Álvarez había hablado con Coudet (DT) para volver el lunes pasado, pero el Chacho le dijo que primero se ocupara de lo que tenía que hacer y que después volviera a practicar», abundó el vocero.
Álvarez sufrió una lesión muscular durante el partido que Central le ganó a Olimpo por 3-1, en Bahía Blanca, y luego su esposa fue internada y operada en Buenos Aires, motivo por el cual dejó de entrenarse con el plantel.
El defensor se dedicó completamente a asistir y contener a su mujer, al extremo que había contemplado la posibilidad de dejar de jugar al fútbol.
En la salida a la cancha antes de jugar contra Colón, en el estadio Gigante de Arroyito, el equipo de Central posó para las fotos con una bandera que rezaba: «Pablo: poné en la vida los mismos huevos que ponés en la cancha».