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Pablo Echarri: «Muy pronto el sector audiovisual tendrá una ley que le dará impulso»

Desde los múltiples roles que sostiene como artista, productor e integrante de Sagai, Echarri aseguró que por primera vez están del mismo lado del mostrador el Estado y los distintos actores de la producción televisiva y cinematográfica

Desde los múltiples roles que sostiene como artista, productor e integrante de la conducción de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), Pablo Echarri dijo con satisfacción que «muy pronto el sector audiovisual tendrá una ley que le dará impulso, porque por primera vez están del mismo lado del mostrador el Estado y los distintos actores de la producción televisiva».

Durante una entrevista con la agencia de noticias Télam, el intérprete, que el sábado último compartió con Alberto Ammann, su compañero de elenco en el film argentino El silencio del cazador, el premio al mejor actor en el 23° Festival de Cine de Málaga, resaltó que «la activación del sector tiene que ser amplia para que esa ley de fomento sea buena y virtuosa».

Al respecto, Echarri puntualizó: «En años anteriores impulsábamos la creación de una ley de este tipo pensando exclusivamente en los aspectos culturales, pero ahora se ha sumado de forma muy contundente e importante la proyección desde la economía».

«Una ley para el sector audiovisual –abundó– puede hacer un aporte muy grande al Producto Bruto Interno y el Poder Ejecutivo actual ve la posibilidad de generar trabajo de calidad, marcar un derrame muy grande y producir tanto activos culturales como activos de divisas».

El fomento al sector audiovisual ligado a la producción seriada y televisiva forma parte de la Ley de Economía de Conocimiento (con una serie de beneficios impositivos y promocionales) aprobada en la Cámara de Diputados en junio pasado y tendría su tratamiento en el Senado durante este mes.

«Tengo mucha confianza en que el Gobierno quiere aplicarla al empezar el 2021 para tener una salida laboral inmediata frente a la pandemia y vamos a arribar a una ley robusta que se va a poder sostener a lo largo de los años, más allá de los posibles cambios ideológicos o de gobiernos», dijo el actor.

Echarri también dio su parecer acerca del proceso histórico de este fomento a lo audiovisual: «En 2012, el audiovisual fue decretado industria y posteriormente a eso hubo intentos para darle contenido, pero la derrota de 2015 echó por tierra la posibilidad de concretar ese sueño. La multisectorial negoció con la gente del gobierno de Macri y si bien siempre existió un acuerdo de palabra nunca se pudo encuadrar en discusiones concretas para cristalizarlo. Ahora creo que la crisis económica y del sector por la herencia recibida más la pandemia es lo que le hace ver al Poder Ejecutivo actual que la expansión industrial en el país es una salida natural y necesaria para generar trabajo e ingresar divisas. No es sólo el deseo de fomentar, es también una salida económica».

De todos modos, el actor y productor reconoció que la pandemia agravó dramáticamente el panorama: «La pandemia vino a recrudecer la crisis pero por otro lado ayudó a poner sobre la mesa la realidad del sector. Hay mucho por hacer y mucho por consensuar y dentro de las empresas que forman parte del sector ven la necesidad de poner esta ley en marcha y poder sentarnos con las plataformas para ser parte del desarrollo audiovisual del país».

Más allá de la magnitud de la crisis que obliga de alguna manera a acercar posiciones, el actor reconoció que es un camino que se va a ir dando naturalmente. «El trabajo propositivo hacia adelante es la manera de caminar. Hay sectores radicalizados que están en oposición constante y absoluta pero existen otros sectores no tan reaccionaros que saben que Argentina tiene en sus manos la posibilidad de generar consensos mínimos, acuerdos que nos hagan ver que estamos en una situación tan desfavorable que llegó el momento de sacar la nariz del agua».

Un artista inquieto

Echarri, con un recorrido de más de dos décadas en tevé y cine, habló acerca de cómo llegó a tener un lugar dentro del medio. «Mi realidad personal y mi curiosidad desde que empecé a transitar este medio hace 25 años me llevaron a querer ser parte desde ámbitos no específicamente artísticos sino también desde el lado de la producción y también desde el costado institucional por la defensa de los derechos de propiedad intelectual. Evidentemente eso me da una visión más acabada desde la que intento aportar mi granito de arena para lograr consensos». Y sobre su faceta como productor, profundizó: «Tras la disolución como sociedad de la productora El Árbol (en 2016, tras el suceso de La Leona) armé un sello nuevo que se llama Alternativa que lo empecé a tramitar después de 2015 pero debido a la situación decidí desensillar hasta que aclare. Tengo proyectos concretos y ganas de hacer cosas en el cine».

En ese ámbito, el actor viene de ganar un premio muy importante en España con la referida El silencio del cazador, de Martín Desalvo: «Ese mimo de reconocimiento artístico es muy bienvenido. A nadie le amarga un dulce y más tratándose de una gran película que plasmó un guion de gran calidad que creció en el acto creativo del rodaje en Misiones y nos pegó un subidón en la cuarentena».

A pesar de sus diversas labores, Echarri también está muy activo políticamente en la red social Twitter. «Desde hace unos años a esta parte decidí cristalizar mi idea política y Twitter es una ciénaga bastante espesa pero también es una herramienta fantástica desde lo comunicacional. Voy aprendiendo cada vez más a exponer mi idea para que esa idea vaya construyendo. Aunque siempre he sido más intempestivo que racional, voy tratando de que la racionalidad vaya ganando espacio para tener posibilidades de transformarme en un ser humano mejor», destacó.

De hecho, en esa red social se expresó acerca del asesinato de Facundo Astudillo Castro. «En este caso no hay banderías políticas y sí la necesidad de búsqueda de justicia y el esclarecimiento de un hecho criminal más allá de a quién pueda llegar a impactar esa búsqueda de justicia. En lo personal, estoy involucrado en un sector político que no oculta la participación eventual de un partícipe de ningún delito y el gobernador Axel Kicillof, a quien conozco en profundidad, es uno de los que más deseos tiene de que esto se esclarezca lo más pronto posible. Argentina tiene un historial de violencia institucional que debe abandonar definitivamente, que en los últimos cuatro años recrudeció de una forma espantosa y confío que tanto desde nación como desde la provincia se vayan dictando cada vez medidas más claras y concretas para delimitar el accionar de las fuerzas policiales, hacerlas más profesionales y estar siempre del lado de la población».

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