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Pablo Fernández vuelve a la cancha para el Federal con la camiseta de Provincial

“Estoy recontento porque es volver a jugar en mi casa deportiva, me da felicidad, pero a la vez también es una responsabilidad a la que no le esquivo”, dijo

Cuando este miércoles a las 18.30 se inicie la pretemporada de Provincial para su primera participación en el Torneo Federal, habrá ilusiones renovadas, clima de entusiasmo y un desafío inédito para muchos de sus protagonistas. Está claro que sentimentalmente será movilizador para varios, dentro y fuera del rectángulo. Pero será muy especial para el último fichaje del equipo, un refuerzo hecho en casa, que se dará el gusto de ponerse la camiseta del Rojo tras casi dos décadas desde su último paso: sí, no hacen falta pistas, se trata de Pablo Fernández.

El Director Deportivo del básquet de Provincial delegó sus funciones a cargo de la máxima categoría y se puso los cortos otra vez. Pero que lo cuente él, a horas de meterse de lleno con el chip de jugador, que tuvo en suspenso durante unos meses luego de cerrar la campaña de Liga Argentina en Sportivo América.

“No era una decisión sencilla pero me la hicieron muy fácil. La doble función de encargarme de las determinaciones del equipo de primera y jugar no era compatible conmigo, pero Marcelo y el grupo de trabajo del básquet se hizo cargo del armado del Federal y eso me ayudó a pensarlo y a decidirme, sumado al apoyo y acompañamiento de mi familia, amigos, de los dirigentes y de los mismos jugadores. Incluso me fui enterando de los fichajes por mensajes de whatsapp”, relata el jugador símbolo de la Liga Argentina, que ahora encarará su participación en la tercera división nacional pero con la camiseta que más ama.

Pablo continuará con si trabajo en los niveles de iniciación y de formación, pero en este caso se despegó de sus funciones en el Federal. Y todo el club un poco esperaba la noticia: “Y la realidad es que desde que comencé a trabajar en el club me hicieron esa pregunta. Ahora que todo estuvo dado para que así sea, lo pensé, y me decidí. Es una alegría muy grande”.

Mientras sabe que encarará una preparación necesaria para retomar el ritmo, reafirma el costado sentimental de la situación, que seguramente crecerá en emotividad cuando se acerque el día del primer partido allá por el 28 de enero: “Estoy recontento porque es volver a jugar en mi casa deportiva, me da felicidad, pero a la vez también es una responsabilidad a la que no le esquivo”.

“Me encanta que el club vuelva a sus raíces, es lo que buscamos y siempre está presente el sueño de que puedan volver Adrián, Mati, Guido, Juampi. Pero es fácil decir que vuelvan, en este caso di yo el primer paso”, explica Pablo, quien le deja el terreno de “los objetivos a buscar” al entrenador Gustavo Lalima, pero como en toda su carrera, busca competir para ganar: “A mí todo esto me genera mucha ilusión, creo que es fantástico ver este presente del básquet del club, no creo que nadie juegue para participar, se busca competir y competir para ganar”.

Pero así como la mirada estará puesta en el equipo del Federal, Fernández no deja ni por un rato el objetivo de fondo de la institución en el básquet, el trabajo en la formación: “También hay que ver que se competirá con dos líneas completas en formativas y que vamos a presentar una primera B”.

Suele atropellarse con las ideas, desgranar una y pasar a otra, pero ya pensando en la que vendrá. Pero a su vez es metódico, trabajador, para sumarle al talento una copia de seguridad que es el respaldo cuando las cosas no salen de manera natural. Desde que llegó a Provincial el tiempo corre más rápido y no alcanza para poner en funcionamiento todo lo que desea, pero el básquet del Rojo camina, avanza. Y ahora lo tendrá en el rectángulo para darse un gran gusto y regalarle una alegría a toda la familia del Rojo.