El argentino Pablo Matera fue presentado oficialmente por Crusaders, la franquicia de Nueva Zelanda con sede en Christchurch, situada en la isla sur. El equipo más ganador de la historia del Súper Rugby y considerado de los mejores del mundo, no solo por logros sino por ser una institución formadora de excelentes jugadores fichó al ex capitán de Los Pumas, una apuesta arriesgada pero que reconoce en el ex Alumni como uno de los mejores en su puesto: la tercera línea.
“Conozco a los Crusaders desde que era un niño cuando los veía por televisión. Tuve mucha suerte de poder jugar contra ellos, algo que en Argentina siempre pensamos que era imposible. Fue un sueño hecho realidad poder jugar contra ellos, nunca pensé que realmente podría jugar para ellos. Pensé que el sueño ya se había hecho realidad, pero ahora hay algo más por hacer. Estoy muy contento de estar aquí y tener la oportunidad de jugar en Crusaders”, dijo Matera en su primer encuentro con la prensa kiwi junto.
Para Matera será su tercer equipo en el exterior, su primera experiencia fue en Leicester de Inglaterra desde 2013 a 2014, y tras estar cinco años en Argentina bajo la órbita de la UAR, cuatro temporadas con Jaguares, tras el Mundial de Japón 2019 emigró a Francia más precisamente a Stade Francais, antes de la llegada de Gonzalo Quesada.
Junto a Matera en la presentación estuvo presente Scott Robertson, head coach de Crusaders y principal artífice de la llegada del argentino al equipo. El Súper Rugby es un torneo que presenta muchas dificultades, y una de ellas es poder contar con variantes dentro del plantel, porque las matemáticas no mienten y todos los años, varios jugadores se lesionan por toda la temporada, y en la tercera línea, es un lugar muy importante que sufre muchísimo. Por ese motivo, contar con Matera que es un jugador con experiencia internacional, que puede jugar en los puestos de la tercera línea, respetado por compañeros y rivales, es para Crusaders una gran incorporación, porque además servirá para guiar a los nuevos valores de la franquicia que seguramente en breve veremos brillar no solo en el equipo sino también en los All Blacks.
«Eso es lo bueno de su experiencia, entrar y jugar rugby internacional, y las tres posiciones sueltas de delantero, es realmente importante para nosotros. Hay jugadores de alto desgaste en esa posición, por lo que normalmente pierdes uno o dos delanteros sueltos durante la temporada y necesitas profundidad”, dijo Robertson sobre Matera.
Pero el entrenador fue más allá en sus palabras para el argentino. “Lo que realmente me encantó cuando Pablo mencionó que una de las razones por las que vendría era que quería aprender a ser un mejor jugador. Obviamente para ganar campeonatos también, pero para aprender y ayudar a su propio juego también, y dijo que creía que podía ayudarnos a nosotros ya nuestro grupo”, agregó el ex octavo de los All Blacks, muy recordado en Argentina por el try en cancha de River Plate el 1 de diciembre de 2001, encuentro que terminó con victoria kiwi, cuando Los Pumas estaban muy cerca de la hazaña.
Además, Robertson confesó: “Hablé con algunos de los líderes del equipo sobre la oportunidad que se avecinaba, y de inmediato fue un ‘sí’, no dudaron. Sabemos lo que ganaremos de él y la experiencia que obtendrá para nosotros y ganará para sí mismo como jugador”.
Por último, Matera, aunque le tocó mirar desde París lo que sucedía con Jaguares, se refirió al triste final que tuvo la franquicia argentina que tuvo como último capitán al rosarino Jerónimo de la Fuente. “Para ser honesto, fue realmente triste. Estábamos jugando contra los Highlanders en casa [el pasado mes de marzo], y nunca volvimos a jugar. Todo el mundo tuvo que empezar a buscar clubes y se fue a Europa, e un día para otro. Fue bastante duro. Pero tenemos que mirar para adelante”, dijo Matera.
Mientras junto a su familia se adapta a la vida en Nueva Zelanda, la próxima cita para Pablo será el 6 de enero cuando comience la pretemporada, los jugadores que estuvieron con los All Blacks tendrán más días de vacaciones y se unirán en febrero al equipo, que busca su título número 13 en el Súper Rugby y el sexto bajo la tutela de Robertson.
