El secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, expresó ayer su deseo de que “haya una reacción de los trabajadores” en las urnas, en las legislativas de octubre, ya que es “la única manera de derrotar al gobierno”. El referente sindical se quejó de que el presidente Mauricio Macri “desprecia a los trabajadores” y consideró que confrontar con los sindicatos “puede ser una estrategia del gobierno” en el marco de la campaña, aunque aclaró que “no asustan” las advertencias de los funcionarios nacionales.
“La única manera de derrotar al gobierno es en las urnas. Ojalá que haya una reacción de los trabajadores que la estén pasando mal y el 22 de octubre el gobierno vea que hay una gran parte de argentinos que no comparten este modelo económico”, sostuvo el secretario gremial de la CGT.
En diálogo con Radio Cooperativa, el hijo del histórico dirigente camionero Hugo Moyano reclamó que el líder del PRO “tuviera un poquito de humildad y vea el descontento que hay en la sociedad por esta política que sólo beneficia a un solo sector”.
“Lamentablemente, si bien nos quejamos de la soberbia del gobierno anterior, ellos son prácticamente igual: desoír, deslegitimar una marcha tan importante diciendo que no sirven las movilizaciones”, agregó.
En alusión a la confrontación instalada esta semana tras la marcha que realizó el pasado martes la Confederación General del Trabajo (CGT) a Plaza de Mayo, Moyano manifestó: “¿Qué es castigar? ¿Nos va a meter presos? ¿Va a cerrar los sindicatos, los va a llenar de inspecciones? Que lo haga, que no amenace. Ojalá que esa misma soberbia que tiene con los dirigentes sindicales la tengan con los empresarios”.
Por otra parte, al ser consultado sobre las internas dentro de la central obrera, el gremialista camionero señaló que “históricamente la CGT estuvo dividida”. Y agregó: “Siempre hay algunos compañeros que creen que es mejor dialogar que confrontar. Hay muchísimos dirigentes que estamos dispuestos a confrontar con este gobierno que no le da respuesta a los reclamos de la CGT. Bienvenidos todos los debates internos, siempre y cuando sean para defender a los trabajadores”.
El enojo de Hugo Moyano: “Macri, nos están cagando”
Esta semana arrancó con una movilización de la CGT dominada por los gremios del transporte, y en especial por los Moyano, quienes parecen incómodos por distintos frentes que se les van abriendo. El más incierto es la supuesta decisión del jefe de la Afip, Alberto Abad, de ratificar su reclamo a correos OCA – manejada por el moyanismo– de una deuda de $ 1.700 millones por impuestos retenidos y no rendidos.
El portal Infobae reveló un duro llamado de Hugo Moyano a la Casa Rosada: “Macri, nos están cagando”, le habría dicho el jefe camionero al presidente.
Es que Moyano está furioso por la decisión del presidente, dice este portal, de robustecer el Correo Argentino y, tal vez, cortar de cuajo sus negocios en OCA, que atraviesa una crisis muy severa. Es vox populi en el mercado postal que Moyano es el dueño de OCA en las sombras y de otros negocios abarcan rubros varios, incluso en el fútbol.
Pero no es el único frente que complica al ex todopoderoso clan que gobernó sin fisuras la CGT durante buena parte del kirchnerismo y se convirtió muchas veces en su fuerza de choque, dice el sitio web.
Enterados de que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, parece decidido, según este portal, a ir a fondo con la recuperación de los trenes de carga, el clan Moyano (Hugo, Pablo y Facundo), puso el grito en el cielo porque les quitaría parte del negocio del costoso transporte de carga vía terrestre.
Horas después de terminados los desmanes en la marcha del martes, Macri echó a Luis Scervino, a cargo de manejar los millonarios fondos de las obras sociales, y a Ezequiel Sabor, el secretario de Empleo. Ambos respondían a José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), uno de los más críticos en el palco montado por los sindicatos en la Plaza de Mayo.
La jugada no termina ahí: el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, fue designado por Macri para manejar el día a día del Correo Argentino, que queda a cargo de Gustavo Papini, quien aterriza con la misión de darle un salto de calidad a esa compañía estatal estatizada por Néstor Kirchner, interpreta la web oficialista. Otro duro golpe para Moyano, que verá cómo su controlada OCA empezará a tener una competencia que puede terminar liquidándola, lo cual genera mucha preocupación en sus 7.000 empleados, 5.200 de los cuales están afiliados a Camioneros, aventura esta web.