Pablo Pérez fue la figura indiscutida de la Lepra en el Clausura. Fue clave por su juego, pero además aportó seis goles, una marca impensada. En un mano a mano con El Hincha, el volante le atribuyó al Tata gran parte de este crecimiento y aseguró: “Aún no le devolví ni el uno por ciento de lo que me dio”.
—Se viene un torneo donde arrancan abajo en la tabla de promedios, ¿cómo se maneja?
—Que miremos o no la tabla de promedios no nos va a cambiar la situación. Sabemos que tenemos que sacar muchos puntos. Para eso debemos esforzarnos el doble y llevar a la cancha lo que nos pide el técnico: correr, presionar y sobre todo jugar. Si conseguimos eso no hará falta mirar la tabla.
—¿La presencia del Tata Martino le saca algo de presión?
—Que esté el Tata nos genera mayor tranquilidad, pero eso no implica que debamos estar tranquilos. No hay que confundir tranquilidad con estar dormidos. Si nos relajamos, perdemos.
—Ahora que te reconciliaste con el hincha, ¿cómo lo vivís?
—Siento una gran satisfacción. Después de pelearla, de sufrir tanto, saber que la gente me quiere y que le respondo dentro de la cancha me pone muy orgulloso. Sufrí mucho cuando me fui y este momento me parece un sueño. Jugar con la camiseta de Newell’s en lo personal representa un sentimiento muy fuerte.
—¿Te hubiera gustado jugar los clásicos?
—No se si era el momento. Nunca jugué uno de titular y espero hacerlo alguna vez. Pero cuando se haga que sea para que todos disfruten. El clásico es con las dos hinchadas, con las cargadas, pero sin violencia. A los rosarinos nos gusta que Newell’s y Central se enfrenten. Creo que todos debemos bajar un cambio, sino va a ser cada vez más difícil jugar.
—¿En cuánto influyó el Tata en este cambio tuyo?
—Lo único que puedo hacer con el Tata es agradecerle. Me dio una gran oportunidad. Confió en mí y me dio continuidad. Todo lo que hice en este torneo no representa ni un uno por ciento de lo que el Tata me dio.