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Pacú para los santafesinos



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Por Agustín Aranda.- El gobierno provincial busca extender un sistema de producción que cría ejemplares en jaulas que se sumergen en el río. La experiencia ya se realizó con buen resultado en la localidad de San Javier.

pacudentro

Es sabido que el consumo de carne de pescado, en particular el que nada en agua salada, hace mucho mejor al ser humano que la carne vacuna o de pollo. Con miras a estimular su consumo para que los santafesinos lo incorporen a su dieta, el gobierno provincial realizó durante el año pasado un modelo de producción piscícola en el norte. Se criaron con éxito 30 mil pacúes en una treintena de jaulas ubicadas sobre el río San Javier. La experiencia servirá para crear un manual de producción que esperan terminar antes del fin de la actual gestión de gobierno. El mismo será entregado a los pescadores interesados en la producción de esta variedad junto con especímenes jóvenes para comenzar la crianza. Para el sur santafesino los investigadores analizan distintas especies para replicar el modelo y alcanzar a las 3 mil familias que viven de la pesca.

El año que pasó fue escenario de cambio en el paisaje de San Javier, ciudad ubicada a casi 160 kilómetros de la capital provincial. El río homónimo que baña sus costas y se desprende del Paraná se convirtió en hábitat controlado para 30 mil pacúes que nacieron en 30 jaulas circulares con capacidad de 23 metros cúbicos. Se descartó el modelo de criadero en cava, que se hubiera complementado con la producción de la cuenca arrocera de la zona.

Durante el año pasado el río vio nacer bajo ese modelo ejemplares de dorado, surubí y pirá pitá, también conocido como salmón de río. Sin embargo, la mayor parte de la producción fue de pacú, cuyo desarrollo se perfeccionó hasta dejar especímenes de 1,200 kilos para abastecer al mercado interno y mejorar la dieta de los santafesinos. El peso de cada ejemplar es menor al que se puede conseguir en una pescadería –donde superan los dos kilos– ya que el pacú tiende a volverse más grasoso a medida que aumenta de tamaño.

“¿Cómo generás apetencia por carne de pescado, más saludable en comparación con el resto, cuando no tenés acceso o cuando la carne por los criterios que manejan algunos productores es grasosa porque piensan en la cantidad y el precio?”, se preguntó Carlos Corvalán, veterinario a cargo de la iniciativa dependiente la Secretaría del Sistema Hídrico, Forestal y Minero de Santa Fe.

Para los investigadores no se trata de producir sin criterio. De hecho, están a punto de recibir una encuesta que el Ministerio de Educación santafesino realizó a los alumnos de distintos niveles escolares sobre el consumo de pescado en localidades cercanas al río. “Tenemos que ver cuáles son los niveles de consumo y las prácticas. No podemos hacer la producción sin pensar en la cadena productiva completa, que incluye la comercialización y el consumidor”, agregó Corvalán.

Como el objetivo es no exportar hasta que haya un excedente, se busca abastecer al mercado interno de un filete fácil de despinar que pueda cocinar cualquier persona a la plancha y no tenga que inundar la casa con olor a pescado.

Para socializar

En la actualidad, el proyecto está en la etapa en que busca determinar los estudios de rentabilidad. La idea de la provincia es asesorar a los potenciales productores, principalmente los pescadores, desde principio hasta el final del desarrollo productivo. El Estado provincial entregaría el alevino (espécimen joven) y los protocolos que van desde saber formular el alimento balanceado hasta construir la jaula. En lo inmediato, el gobierno entregó las jaulas y peces a tres familias de pescadores de Alejandra, localidad ubicada al norte de San Javier, también sobre la Ruta 1.

“Queremos cubrir las localidades de la ruta provincial Nº 1. Desde la capital santafesina hasta Reconquista. Allí tenemos temperaturas que permiten la cría en las jaulas”, apuntó Corvalán. Para este año se analiza la posibilidad de expandir el modelo de producción a los pescadores de la zona de Helvecia, Romang y la Unión Agrícola de Avellaneda, una cooperativa limitada que reúne a 2.000 productores agropecuarios del norte santafesino, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Formosa y Corrientes. Desde allí imaginan los responsables de la iniciativa, podrán impartir el conocimiento ligado a la piscicultura adecuado para atraer a productores de la zona.

Río abajo

Para el sur santafesino la experiencia podría replicarse aunque utilizando otras especies, teniendo en cuenta las temperaturas más bajas que reinan en las aguas de la región. Esas condiciones climáticas hacen que las especies vegeten en el fondo, migren o mueran. Los investigadores tendrán que estudiar qué especies aceptan la cautividad: el sábalo o el bagre, por ejemplo. El pacú se podría cultivar sin correr riesgos y de manera segura hasta la zona de Arocena, 60 kilómetros al sur de la capital provincial.

“Como poder cultivar en el sur podés cultivar cualquier cosa. Si querés criar jirafas en el centro de Rosario, podés. Lo que necesitás es que las condiciones te sean rentables y sustentables en el tiempo. Lo ideal para la cría de pescados es disponer del agua de río y no tener que invertir en galpones, agua y calefacción, entre otros elementos”, señaló Corvalán.

Idea con sello rosarino

La iniciativa también incluyó la construcción, todavía en progreso, de una granja de alevinos (especímenes de poco tiempo de vida) para otorgarle al pescador junto a la jaula y el pretendido manual de prácticas para el productor.

Los peces que iniciaron la cría surgieron de un estudio acuñado en el Acuario rosarino que, a través de un análisis genético, evitó la endogamia e hizo nacer pacúes con mayor esperanza de vida, resistencia a los cambios climáticos, entre otros atributos codiciados por los productores. Tal como publicó en su momento El Ciudadano, esa investigación estuvo a cargo desde 2010 de la bióloga Silvia Arranz.

“Esperamos dejar este manual de procedimiento para aportar a economías de la región y la sustentabilidad del río y su fauna. Durante el año pasado el proyecto avanzó con aciertos y errores, más el interés de muchos emprendedores del norte santafesino. Vamos caminando firme”, apuntó Roberto Tión, secretario del Sistema Hídrico, Forestal y Minero de Santa Fe.

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