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Todo debe ser perfecto en la fiesta de 15. Las chicas planean “su” noche, junto a familiares y amigas, por lo que se preparan para estar más lindas que nunca, pero un imprevisto puede tirar por la borda todo lo soñado.
Esto le pasó a una jovencita, quien antes de la fiesta se encontraba realizando una sesión de fotos en una pileta. Al tocarle el turno a su padre, la torpeza del mismo hizo que todo se eche a perder.
El hombre se acercó a su hija y en el momento de la foto la empujó sin querer a la pileta y ambos cayeron al agua terminando empapados. La niña no pudo contener el llanto al ver que todo su maquillaje había terminado en la piscina, su peinado ya no era tal y su vestido había sido arruinado.
Pero si alguien pensó que esto no podía ser peor se equivoca, ya que la sesión fotográfica estaba siendo reproducida en vivo en el salón de fiestas por una pantalla gigante. O sea que todos los invitados pudieron ver el incidente.
El padre de la joven, lejos de sentirse culpable, se la agarró con su hija obligándola a salir de mala forma de la pileta e insultando a los cuatro vientos.