La peor de las violencias mostró su cara una vez más ayer en la zona norte de la ciudad, en el mismo momento en que se hacía una práctica de fútbol infantil en el Club Defensores de América, ubicado en Washington y Casiano Casas. Una pelea a los tiros entre bandas a escasos metros del campo deportivo dejó como saldo a dos chicos heridos, a últimas horas de la tarde de ayer. Los niños, de 7 y 8 años, están fuera de peligro pero la sensación que quedó flotando en el aire fue que todo podría haber sido mucho peor.
“Nos salvamos de una masacre”, sopesó la presidenta del club, Miriam Monje, quien estaba en el lugar cuando ocurrió el hecho y tuvo que tirarse al piso, como muchas otras personas más, ante el riesgo de ser herida o muerta.
Según relató la directiva, en la institución en ese mismo momento había cerca de 40 chicos de las categorías menores, de entre 5 y 12 años, practicando fútbol. “Fue tremendo porque martes y jueves son los días que practican los más chicos. Nosotros estábamos ahí porque nos daban unas pelotas y se empezaron a sentir como cohetes. Un papá se da cuenta y me pide que me tire al piso porque eran tiros”, relató el increíble momento.
“Los chicos salieron desbandados, porque nuestra cancha da justo al playón donde ocurrió esto. Salen todos los chicos corriendo y nos metemos con otras mamás adentro del buffet, y en la cancha, sobre el césped, queda un muchacho tirado, que era el técnico, que tapó con su cuerpo a dos chicos tirados en el piso, llenos de sangre. Se les tiró arriba para protegerlos”, agregó.
“Fueron cincuenta o sesenta tiros más o menos. Cualquier cantidad, podría haber sido una masacre por la cantidad de chicos que había. Pararon algunos autos en la calle porque no llegaban las ambulancias y los llevaron hasta el hospital Alberdi. Luego fueron trasladados hasta el Vilela. A uno de los nenes una de las balas le traspasó la pierna y a otro nene lo raspó”, completó.
Según contó Monje, se trataría de dos bandas que se habrían peleado por cuestiones de drogas. “Lo que nosotros sabemos, por lo que nos cuentan los vecinos, es que fue un auto o una moto que bajó y empezó a disparar como si nada. Fue terrible”, continuó.
“Por esto se suspendieron todas las prácticas. El sábado jugábamos de local, pero se va a suspender. Si no tenemos protección policial, ¿qué chico va a querer ir a practicar o qué papá va a querer llevar a su hijo ahí?”, se preguntó.
El hecho causó tanto estupor que la propia intendenta Mónica Fein opinó sobre el episodio y dijo que ocurrió como consecuencia de que hay “una gran cantidad de armas”, en manos de civiles, sea para cometer delitos o para defenderse de ellos. “Tenemos una sociedad armada, con gran cantidad de armas. La mayoría de los problemas tiene que ver con las armas de fuego”, sostuvo.
“La verdad –marcó Fein– es que no es la primera vez que aparece el tema de niños heridos en la vía pública, es un tema preocupante que venimos hablando con el Ministerio de Seguridad. Este caso nos impacta porque son niños, pero en distintos barrios de la ciudad no pasa. El tema de las conflictividades entre grupos origina estos hechos. El conflicto, muchas veces, surge por temas menores pero se resuelve con armas de fuego”, continuó.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, aseguró que se estaba investigando lo ocurrido. “Hay conflictos no sólo en este barrio sino en diferentes lugares de la ciudad y se están llevando adelante las investigaciones pertinentes con la gravedad de que las víctimas son dos niños, uno tuvo el roce de una bala y el otro un orificio de entrada”, afirmó.
“Estamos preocupados por la impunidad con la que se manejan estas dos bandas que se disparan a mediana distancia y con chicos jugando ahí cerca. Probablemente algunos de sus integrantes hayan sido detenidos en más de una oportunidad por la Policía. En la primera quincena de marzo hubo más de 260 detenciones, se recuperaron más de 60 armas de fuego, 87 vehículos robados, el accionar policial está. Lo que ocurre es que a veces no sólo hay que poner la mirada sobre la Policía e ir un poco más allá, porque si no nos quedamos a mitad de camino. Es probable que estos personajes ya hayan estado en el sistema penal y ahora estén en libertad”, concluyó.
“Suspendimos todas las actividades del club”
En un clima tenso, mitad de bronca y de impotencia, en la tarde de ayer los padres de los chicos que concurren al club Defensores de América se autoconvocaron en asamblea y pidieron presencia de medios de comunicación para dar a conocer los reclamos en materia de seguridad que tiene la institución. En la reunión estuvieron presentes los concejales Gabriel Chumpitaz y Agustina Bouza, que se comprometieron a gestionar una reunión con la intendenta Mónica Fein.
Los padres, por unanimidad, pidieron que se construya de manera urgente un paredón para que esté cubierta la cancha y los chicos puedan practicar tranquilos.
“Suspendimos todas las actividades del club, hasta nuevo aviso. No podemos dejar que nuestros hijos jueguen al fútbol con lo que pasó hoy (por ayer). En el club somos una gran familia. Tiene que haber seguridad para los chicos, ellos tienen que venir a disfrutar. Alguien tiene que hacerse cargo de la seguridad en este barrio”, resumió Mariel, una de las tesoreras del club y además, su hijo practica fútbol allí desde hace casi diez años.
Por otro lado, David, otro de los padres presentes, contó que desde hace más de dos años, el barrio se volvió intransitable. “No era así antes. Hace unos años que no se puede caminar por la calle porque no se sabe si vas a volver vivo a tu casa”, reflexionó.
En tanto, los concejales Chumpitaz y Bouza, del bloque Unión PRO, se hicieron presentes en la reunión y escucharon los reclamos de vecinos y miembros del club. Y se comprometieron, además, a tramitar a través de la Secretaría de Transporte de la Nación un subsidio para las instalaciones del club, que permitiría avanzar en la defensa pedida por los azorados padres.