En un fuerte espaldarazo a los palestinos, el canciller de Francia, Laurent Fabius, anunció ayer ante el Parlamento en París que su país votará a favor del reclamo palestino, e idéntico anuncio hizo luego en Viena el Ministerio de Relaciones Exteriores de Austria. Poco después también se sumó España, según adelantó el diario El País. El gobierno palestino pidió “al mundo” que “rechace las amenazas israelíes” y vote afirmativamente al pedido de admisión como Estado observador no miembro en la ONU que el presidente Mahmud Abbas presentará mañana a la Asamblea General de esa organización.
En la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, el representante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la ONU se mostró confiado en que un voto favorable al pedido ayude a “salvar” la solución de dos Estados, es decir la creación de un Estado palestino al lado de Israel como forma de resolver el conflicto.
“Lo que vamos a hacer es honorable, es legal, es multilateral y es democrático, venir a la capital del multilateralismo a convencer al mayor número de países posibles para que voten a favor, y el resultado debe ser respetado por todos”, afirmó ante periodistas el representante palestino Ryad Mansour.
Mansour dijo que hasta el momento el proyecto de resolución que empezó a circular ayer en los pasillos de la ONU será copatrocinado por “al menos sesenta países” pero se mostró confiado en que serán “muchos más” una vez que las delegaciones envíen el borrador definitivo a sus respectivas capitales.
“Será un momento histórico en la historia del pueblo palestino y en la historia de Naciones Unidas”, indicó el embajador, y añadió que después de la votación seguirán trabajando por la opción de los dos Estados, con capital en Jerusalén Este y volviendo a fronteras de 1967.
En el paquete de medidas que Israel evalúa tomar como represalia a la solicitud de los palestinos está dejar de transferir los impuestos que recauda en su nombre y boicotear a la ANP, el ejecutivo palestino creado en el proceso de paz de Oslo, Noruega (1993).
Israel considera el pedido palestino una “acción unilateral” que viola los acuerdos de Oslo y aleja a las partes de una solución negociada al conflicto que les enfrenta desde hace más de seis décadas.
De triunfar los palestinos en su solicitud, su nuevo estatus abriría las puertas a la posibilidad de denunciar a Israel, al que la ONU considera poder ocupante de territorios palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza, como “Estado agresor” ante instancias internacionales.
Uno de los organismos a los que tendría acceso es el Tribunal Penal Internacional, cuyo propósito es juzgar por crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad, en La Haya.